A Santo Domingo ha llegado una de las franquicias más emblemáticas de España, se trata de GRANIER.
Para los dominicanos, España es nuestra madre patria. Aquí se habla español, nuestras costumbres, nuestros gustos y nuestra cultura tienen mucho que ver con el viejo continente. Los dominicanos preferimos viajar a España más que a ningún otro país en Europa. Precisamente en la tierra de Cervantes, la gastronomía es uno de sus atractivos mayores. Ir a España es volver con algunas libras de más, sus caldos, sus quesos y embutidos, sus bocadillos y sus churros, sus vinos y sus cervezas, irse de tapas, recorrer su infinidad de callejones repletos de secretos y anécdotas inolvidables. Sin dudas, sus sabores es lo que más extrañamos cuando volvemos del viaje.
En Santo Domingo es fácil conseguir productos españoles, de hecho, las principales cadenas de Supermercados son lideradas por familias de origen español (Grupo Ramos, Grupo CCN, Supermercados Bravo, entre otros), en nuestras casas no falta el aceite de oliva o las alcaparras, aunque el buen vino y la sidra siguen siendo todo un lujo. Lo que no es fácil es encontrar un local que nos evoque al glamour y a los aromas de las grandes ciudades de España.
El que anda por la calle y se anima a tomarse un café para sentir energía, comerse algo para matar el hambre, para desayunar o almorzar, como merienda o sencillamente por capricho, piensa en una cafetería. Las cafeterías son también lugares de encuentro tanto en España como en toda Latinoamérica y nuestro país. En ellas confluyen políticos, intelectuales, bohemios y más recientemente influencers y fashionistas, estos últimos marcan las tendencias de las noticias y redes sociales. Aquí se establecen peñas y se hacen reuniones, se concertan citas y hasta se realizan entrevistas. Muchas personas vienen a dejarse ver o a buscar a quién encontrarse.
GRANIER en Santo Domingo lo tiene todo. Está en el centro de la ciudad, su local es aclimatizado y finamente decorado, posee una amplia variedad de productos, para muchos ofrece el mejor café de la ciudad, un servicio que impresiona por su amabilidad y, sobretodo, el ambiente europeo estilizado que nos transporta de nuevo a los que hemos visitado o que pone a soñar al que aún no ha cruzado el Atlántico.
Esta cafetería-panadería logra atrapar al visitante y lo obliga a volver, una y otra vez, a por más. Ya sea por sus panes o por sus productos dulces o salados, por la sonrisa de sus empleados, por el delicioso café o por la experiencia de sentarse en su salón de amplias vitrinas.
GRANIER es un digno substituto del famosísimo negocio que le precede, puesto que adquirió su local y lo renovó, se propuso llenar los zapatos de LA FRANCESA, una institución en este país que ha dejado su huella, donde se han decidido hasta candidatos a la Presidencia de la República y donde todos hemos zampado más de un sándwich Cubano o Medianoche. En GRANIER no falta el croissant en todas su formas, dulce o salado, ni el churro ni el pepito, hay bocadillos de todo tipo, rellenos de quesos manchego y de jamón curado, bollería variada, tortillas de papa y selecciones de pan fresco y café recién molido.
Al frente de esta marca, de origen reciente, pero con grandes logros conseguidos, está el señor Juan Pedro Conde, un catalán auténtico. La popularización de un nuevo modelo de panadería popular, pero con clase propia, con una amplia selección de panes, en donde, a su vez, se puede degustar un café acompañado de una exquisita bollería y todo a precio razonable y con una adecuada calidad, indudablemente tiene un nombre, el cual se ha hecho bastante popular en un corto espacio de tiempo: GRANIER. Nace en el año 2010 en Vilanova i La Geltru, consiste en una red de panaderías en las que se comercializan más de 60 tipos de panes diferentes. Lo que diferencia el pan de GRANIER de otras panaderías es que congela la masa justo antes de fermentar, un truco que el empresario aprendió en uno de sus viajes por Europa. Como consecuencia, la fermentación de los productos tiene lugar en los propios establecimientos, en donde se hornean y venden posteriormente al público. En ningún caso se trata de un producto pre-cocido, es una línea de producción de alto rendimiento que se termina en la tienda.
GRANIER tiene más de 350 tiendas en España y el extranjero y ya está en Santo Domingo. Aquí ha sido un fenómeno complicado de explicar. Es la suma de varios factores lo que ha llevado este negocio al éxito. Uno de los factores más importantes se basó, sobre todo, en conseguir un rápido reconocimiento de marca y notoriedad en el mercado en un breve espacio de tiempo. La innovación en la oferta, en precios y en la presentación de su local, fue otro de los aspectos propulsores de la marca. Desde su inicio, aun antes de inaugurar, había una desmedida anticipación por parte del público de venir a conocer qué se estaba construyendo en el antiguo local de LA FRANCESA, GRANIER vuelve a la tradición del pan y es que en este establecimiento se respira la esencia de la tradición del pan recién hecho, de receta auténtica. Además de ser una panadería tradicional, posee un valor añadido, pues cuenta con un espacio de cafetería donde se puede degustar su bollería y tomar un café en un entorno confortable y agradable.
GRANIER está de moda. Hacer brunch familiar los fines de semana, ir a desayunar o almorzar, ir a reunirme con amigos o colaboradores, socializar o tomarse un café allí o sencillamente, ir a transportarme al viejo continente, como perdido en un establecimiento de Madrid o Barcelona y recordando todas esas maravillosas anécdotas, si no has venido todavía, ven a vivir esta experiencia, no te arrepentiras.
Por Eduardo Houellemont