Cuando llegó a una ciudad o la capital de un país, lo primero que hago es ubicar en un mapa el centro histórico. Desde muy joven –que ya no lo soy- para aquellos que no me conocen, he sido una trotamundos, que viaja constantemente por diferentes continentes, regiones y rincones del mundo. Me acepto como “viajera sibarita”, en relación a lo cultural, lo identitario, la gastronomía y música. No necesariamente, a lo relacionado con el lujo o gustos sofisticados que pueden proyectar intersecciones semánticas.
Una de las zonas más antiguas de ciudades y capitales del extranjero que disfruto mucho es La Habana Vieja, en la capital de Cuba. Se me entrecruzan muchos sentimientos y se respira cultura. Como en los cascos antiguos, podemos disfrutar de las murallas, catedrales e iglesias, que existen desde hace varios siglos. También, fachadas neoclásicas y en las que además se entrecruzan mezcla de estilos arquitectónicos que están entrelazados con las metrópolis a las que perteneció Cuba, como fueron corona española, franceses, británicos y estadounidenses.
Volviendo a nuestro tema central de los centros históricos, la Ciudad Colonial de Santo Domingo, mejor conocida contemporáneamente como “La Zona”, es la parte más antigua de la ciudad Santo Domingo, capital de República Dominicana, además de ser la primera fundada por europeos en América; en nuestro caso por españoles. Es el lugar más diverso y acogedor de Santo Domingo, con una historia similar a la de Cuba, así como también, a las de otras islas y cascos antiguos de reconocimiento adonde acuden muchos visitantes como el Zócalo en Méjico, DF; en Méjico son extraordinarias Guanajuato, Tlaquepaque en Guadalajara, Tepic, Nayarit; las de Lima, Bogotá, Santiago de Chile, las centroamericanas como Ciudad Antigua en Guatemala, El Viejo San Juan, en Puerto Rico; en fin, es muy interesante profundizar en la búsqueda y el conocimiento de la huella colonial de esta parte del mundo. De estas ciudades coloniales que he visitado, todas son de una riqueza cultural y ancestral muy profunda.
En “La Zona”, se logra un espíritu de libertad que nos permite pensar y disfrutar con amigos la nostalgia mezclada de cosas pasadas que aunque nunca volverán, nos sirven para alimentar el alma. Practicamos disquisiciones filosóficas, soñamos…, y volvemos a sentirnos jóvenes y los jóvenes en la actualidad se sienten libres…
Actualmente, está sometida la Ciudad Colonial y finalizando un ambicioso proyecto de remozamiento y restauración, en el que participan arquitectos, arqueólogos, historiadores, ingenieros, expertos técnicos, gracias al apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quien financia gran parte de dicho proyecto bajo la supervisión general del Ministerio de Turismo. Cabe destacar que las viejas edificaciones y monumentos han tenido más de 60 años sin mantenimiento, poniendo en riesgo esta ciudad declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, el 8 de diciembre de 1990, bajo el nombre de Ciudad Colonial de Santo Domingo.
Esta área de Santo Domingo cuenta con edificios coloniales y calles con vetustos adoquines de gran atractivo turístico, como son el Alcázar de Colón (que perteneció a Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón), el Museo de las Casas Reales o la Catedral Primada de América. En las calles de “La Zona” hay excelentes hoteles como los de las cadenas francesas Sofitel, Mercure y otros, aparta hoteles y hostales. El más famoso es el Hotel Nicolás de Ovando, donde hace dos o tres décadas se hospedaron los Reyes de España en su primera visita al país.
El 8 de diciembre de 1990 esta zona fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad, bajo el nombre de Ciudad Colonial de Santo Domingo. Hoy en día, es uno de los lugares turísticos más importantes de Santo Domingo y una de las más visitadas por los turistas y extranjeros, en la República Dominicana y en todo el Caribe, donde a manera de chanza, algunos dicen percibir en el ambiente, a Cristóbal y Diego, a María de Toledo, a Isabel La Católica y por qué no, a los Piratas del Caribe.
Victoria CURIEL
