Desde hace más de treinta años, la República Dominicana ha estado promoviendo carnavales en todas las provincias del país, cada una con sus propias características visuales. Tanto en la creatividad popular como en la expresión cultural, el carnaval dentro de la sociedad dominicana se está convirtiendo cada vez más en una manifestación cultural clave para el turismo local e internacional.
Desde los primeros días de febrero, todo el territorio ya está disfrazado: desde Punta Cana hasta Samaná, desde Santiago hasta La Vega, desde Cotuí hasta Monte Cristi, desde Río San Juan y Cabrera hasta Puerto Plata. Todos los pueblos y ciudades se convierten en un verdadero laboratorio de creatividad folclórica popular.
Dentro de este escenario de talleres de fabricación de máscaras, confección de disfraces, compañías de danza, centros de costura, artesanos del papel maché, grupos musicales, etc., todo el país se anima con el ritmo de los “cencerritos” de los Diablos Cojuelos corriendo por las calles, acompañados por los sonidos de los vejigazos y los látigos. El espíritu único de la cultura popular dominicana es lo que hace que su carnaval sea uno de los más concurridos del Caribe.
Cada provincia tiene su propio calendario y dinámica, lo que permite a los coordinadores turísticos organizar y fomentar la integración de nuestros visitantes extranjeros. Los carnavales de Santo Domingo y Punta Cana son los favoritos de muchos.
Este año 2019, en la capital, en el centro comercial Galería 360, desde el 1 de febrero habrá una exposición abierta al público durante todo el mes. Un colectivo de fotógrafos presentará sus versiones exclusivas del carnaval, organizado por José Miguel Ángeles.
De todas las actividades carnavalescas, el “Desfile Nacional” es, sin duda, la más importante. Se celebra en la capital dominicana el domingo 3 de marzo de 2019 y cuenta con representaciones de carnavales de todo el país. Se lleva a cabo anualmente en el Malecón de Santo Domingo, donde cientos de comparsas de las 32 provincias desfilan con una demostración de creatividad, color y alegría. Pasan frente al Palco de Honor, donde asisten los ministros de Turismo y Cultura. Además, destacados folcloristas del país tienen su propio espacio para observar y juzgar las comparsas en su desempeño.
Año tras año, disfrutamos de personajes cómicos como “Roba la Gallina”, en el que un hombre se disfraza de mujer voluptuosa con un busto y trasero exagerados. También los “Diablos Cojuelos” y “Califé”, un personaje creado hace más de 100 años en el barrio de Villa Francisca. En definitiva, estos y muchos otros personajes del Carnaval Dominicano son creaciones con el sello de los barrios. Algunas comparsas, como Los Indios, Los Africanos, La Muerte en Bicicleta, Los Platanuses y Roba la Gallina, son ejemplos inolvidables.
Por Victoria Curiel