“Nada es lo que parece”, fue lo primero que pensé al cruzar las puertas de cristal del Hodelpa Nicolás de Ovando. El botones me recibió con una sonrisa y amablemente me preguntó ¿cómo puedo asistirle?, mientras yo permanecía en un estado de hechizo observando una de las banderas bordadas que ilustraba la llegada de los barcos al puerto con detalles admirables.
Las tres casas que componen este hotel cinco estrellas en la calle Las Damas de la Ciudad Colonial datan del siglo XVI y fueron unificadas para crear un ambiente de lujo, confort, arte e historia. Ubicado en la primera calle pavimentada del Nuevo Mundo, el Hodelpa Nicolas de Ovando, considerado como patrimonio histórico por la Unesco, es un hotel que ha sabido combinar la historia que guardan sus paredes con lo contemporáneo y la tecnología.
Cada espacio del hotel cuenta su propia historia: la casa central pertenecía al gobernador Nicolás de Ovando; la segunda casa pertenecía a Francisco Dávila, tesorero de la corona real, y la tercera era el patio del conquistador español Hernán Cortez.
Mientras caminas por sus largos pasillos puedes admirar la belleza arquitectónica
de sus arcos coloniales, paredes de ladrillo, sus fuentes, los altos techos con vigas de madera a las que no parece que el tiempo les pase, réplicas de altos candelabros de aquel entonces que simulan majestuosas alas…, puedes visitar la capilla de los Dávila y el lugar donde estuvo su huerta, que sigue siendo huerta y jardín actualmente, pues el chef tiene desde sábila hasta frutas y especias que utiliza en sus comidas. También puedes pasear por los tres patios y el área de la piscina, que tiene vista al puerto de San Soucí y el fuerte El Invencible.
Sus habitaciones están clasificadas en siete categorías de las que puede elegir: contemporánea, colonial, colonial imperial, deluxe imperial, suite junior imperial o suite imperial. Se diferencian por tamaño, amenidades, cantidad de camas y la vista. En todas sus opciones puedes decidir si prefieres la vista al Puerto de San Soucí, al jardín, a la piscina o la calle Las Damas.
Este hotel cinco estrellas y «lujo histórico» se ha asegurado de mantener la esencia de la época en que fue construido cuidando cada detalle, desde los colores y la decoración alusiva a la época colonial hasta la iluminación selecta y el estilo de mobiliario que ocupa cada espacio.
Es un placer hospedarse, ya sea para comer en su restaurante, disfrutar un trago en su patio interior o visitar los lugares llenos de historia que lo rodean como son la Plaza de Maria de Toledo, el Panteón de la Patria y el Alcazar de Colón. Les aseguro que la estadía es muy grata. Una experiencia para recordar.