Entrar al lobby y ver de fondo el mar, la playa de aguas turquesa, cristalinas, de arena blanca y palmeras que bailan con el aire, y una piscina tipo infinity justo antes, te da ya la sensación de descanso… la vista se relaja y no queda duda de que estamos de vacaciones. Solo entonces te fijas en los muebles de fibras naturales y cojines coloridos… hay que sentarse un momento a disfrutar… Estamos en Club Med Miches, Playa Esmeralda, el nuevo resort todo incluido de la cadena internacional.
Este artículo es puramente informativo. Este elegante y eco-amigable lugar abrió el 30 de enero, hace apenas unos días, y está ¡hermoso!, tanto que me hizo sentir que la famosa frase de su fundador, Gerard Blitz, “el objetivo en la vida es ser feliz. El lugar para ser feliz es este. El momento para ser feliz es ahora”, es cierta. Por eso, los invito a visitar este hotel pensado para parejas y familias, con cuatro ambientes que ofrecen distintas experiencias.
Les cuento, además de la hermosa ubicación escogida, la decoración exclusiva, la deliciosa comida, el servicio de primera y la variedad de amenidades, ellos se han unido a la ola verde con una oferta ecoamigable que invita a la conciencia y la conservación. Son esos detalles de los que no se habla tanto, pero que cada vez valoramos más: decidieron replantar todos los árboles que quitaron para la construcción de este complejo y han plantado unas 2000 plantas adicionales, usan paneles solares, sus edificaciones no son más de dos pisos, para reducir el impacto, trabajan en alternativas para reducir o eliminar el uso de plástico de un solo uso y fomentan el reciclaje. Incluso tienen cubiertos hechos con un material proveniente de semilla de aguacate y enseñan a sembrar a los niños… hasta los uniformes de los empleados son de material reciclado.
Pero también hay que ver las villas, hay dos tipos de facilidades para adultos: la más exclusiva, Archipiélago, a pocos pasos de la playa, tiene incluso piscina privada, y es ideal para disfrutar de una luna de miel; pero para quienes buscan un refugio de paz, está Selva Esmeralda, con vista a los jardines, con un “área Zen” a pocos pasos del spa. Por cierto, también hay clases de yoga y prácticas en un entorno verdaderamente especial.
En cuanto a las familias, tienen la “Explorer Cove”, con espacio para máximo seis personas y vista al mar (puede ser abajo o penthouse, con techo de madera), o la “Caribbean Paradise” (colorida, tropical, inspirada en nuestra flora), y de frente a los jardines; por supuesto hay cuido de bebés (a partir de los cuatro meses de edad, a solicitud), para que los padres tengan un tiempo para ellos; también hay clubes para diferentes edades, un restaurante familiar, con una mágica “habitación secreta” que se abre para postres (aquí los niños pueden elegir sus dulces y entrarlos en una fuente de chocolate), un programa de actividades para ayudar a crear recuerdos familiares memorables, divertidos… una oportunidad para reconectar.
Si le gusta la aventura, deportes, excusiones, puede aprovechar, aquí hay mucho por hacer -y aprender- como surf, el trapecio volador, cabalgar, hacer yoga y actividades de fitness; además puede visitar la bahía de Samaná, rica en flora y fauna, y lugar al que las ballenas jorobadas vienen cada año a aparearse y tener sus crías (si viene entre enero y marzo podrá verlas), o también puede disfrutar visitando Montaña Redonda, donde podrá hacerse foros espectaculares en las hamacas, el columpio o sobre una escoba como si pudiera volar, ¡quedan super bien! Claro que cerca de Miches hay muchas otras opciones por conocer, otras playas, etc.
La comida es deliciosa, en el restaurante de la playa se especializan en pescado y mariscos con recetas tradicionales y combinaciones exóticas de frutas tropicales, el restaurante principal es Cayuco, el más sofisticado, y también un Steakhouse para por las noches, con reserva previa. Añada a esto cuatro bares, una cafetería, una bodega de vinos y mucho más y entenderá.
Por cierto, el aeropuerto de Punta Cana queda cerca, lo que sin duda facilita el acceso. Viaje feliz y, como sugiere el Sr Blitz, sea feliz. El momento es ahora. El lugar, este.
Por Miriam Veliz