El enoturismo o turismo enológico es aquel tipo de turismo dedicado a potenciar y gestionar la riqueza vitivinícola de una determinada zona. Se relaciona con el turismo gastronómico, cultural (arquitectura, arte) y de la salud-belleza (vinoterapia). Los turistas conocen cada zona vitivinícola a través de la degustación de sus vinos y la visita a bodegas y viñedos.
Cada día más, todo tipo de visitantes, se acercan a las bodegas a conocer más sobre el proceso de elaboración del vino. En estas visitas además de conocer en primera persona la arquitectura de las bodegas aprenden todo sobre el proceso de elaboración del vino, desde la recogida de la uva hasta su embotellamiento
Finalmente, en la gran mayoría de las bodegas, se obsequia al visitante con una degustación de sus vinos.
Una forma distinta de adentrarte en el mundo del vino que día tras día está más de moda.
OCOABAY: Modelo de proyecto de enoturismo único en el país
En República Dominicana desde hace pocos años se desarrollan plantaciones vinícolas en la zona sur del país, específicamente en Neyba, y recientemente, en Palmar de Ocoa “se casó con la gloria” un perseguidor de sueños y quien también emula en República Dominicana –país que nunca había cosechado la vid- al gran conquistador mejicano Hernán Cortés, quien introdujo por primera vez la vid en las Américas por el simple placer de degustar una excelente bebida. Nos referimos al proyecto OcoaBay, cuyos promotores idearon y desarrollaron un complejo turístico con viñedos como centro de atención y diferenciador. De inmediato lograron interesar e invertir a un grupo de inversionistas norteamericanos, entre los que destacan a médicos oncólogos, que le permitieron concebir a OcoaBay como una aldea con todo lo necesario para que quienes han invertido y participado en concretar tan hermoso e importante proyecto, logren sueños tales como: un estilo de vida saludable, alimentación orgánica, espacios para deportes, tranquilidad, energía alternativa, reciclando las aguas y en una palabra, aprovechando las riquezas naturales de la zona, como son el sol y el viento.
Lo anteriormente descrito ha sido posible por la visionaria iniciativa del señor Acevedo, quien ha invitado a evaluar y hacer los ajustes necesarios en este proyecto, a especialistas enológicos como el chileno Felipe Zúñiga, enólogo egresado de la Universidad de Chile y formado en Francia, quien en reciente visita, asegura que en estas tierras de la Bahía de Ocoa, cumplen con las condiciones que permiten lograr el desarrollo vinícola en el país, destacando los más importantes: Los componentes de “terroir” de vino, lo que es igual a temperatura y clima, características del suelo y la mano del hombre en la viña. Estas condiciones estaban pendientes, como: mano de obra especializada, un estudio serio que avalará las propiedades del suelo y del clima, que era el peor enemigo que se veía. Pero, en esta zona, ya el experto chileno Felipe Zúñiga, tenía antecedentes de que había menos pluviometría y que se podía evitar la lluvia que afecta el crecimiento de la parra. En fín, que lo especial de las tierras de la Bahía de Ocoa es que se habla o trata de suelos de origen marino, con composición granítica que aportan una acidez muy alta y una gran cantidad de nutrientes muy buenos para las parras.
Este proyecto ya ha vendido el 60% de las propiedades, y en su primera etapa cuenta con terrenos escalonados para la construcción de villas, con tamaño promedio de 2,000 m2, todos con vista al mar, área verde y viñedo privado a ser cuidado por viticultores especializados
Los conceptos de playa, montaña y vino están siendo conjugados en un innovador y único modelo, el proyecto inmobiliario OcoaBay (https://ocoabay.com.do), que se perfila prometedor para el desarrollo del turismo dominicano en la región sur, y será ejemplo para otros destinos caribeños.
Elías Pastor afirmó que en su dilatada experiencia de más de cuatro décadas no había conocido otro proyecto inmobiliario “con playa y montaña, y donde además se hace un buen vino producto de plantaciones cultivadas en las residencias, lo que hace de Ocoabay algo único”.
Señaló también que “el turismo del vino mueve cuatro millones de visitas al año en España, los cuales gastan un promedio de 12 euros por persona, en actividades y servicios simples que incluyen visitas, catas, maridajes, adquisiciones, vendimias y senderismo”, por lo cual considera este proyecto como prometedor para el turismo dominicano.
El tema principal del proyecto inmobiliario es la vinculación de los propietarios con la elaboración de vinos de calidad en plantaciones cultivadas en sus residencias, que según los datos ofrecidos por el enólogo, es una experiencia que es tendencia y está siendo explotada por poseer elementos modernos como los que se puede encontrar en la arquitectura del proyecto OcoaBay.
Le recomendamos a nuestros lectores ir a conocer este singular proyecto que tiene una moderna Sala de Cata, de una buena arquitectura y decoración, desde el momento de la degustación podrán observar un impresionista paisaje de la Bahía de Ocoa. Siempre el enoturismo se asocia con paisajes hermosos y mucho relajamiento, de manera que en el proyecto se siente un despejo mental y una actitud de quienes visitan y de los propietarios del mismo de relajamiento, nada produce stress, todo lo contrario, donde también se producen higos, lechozas, limones, mil de flores del bosque seco; hortalizas, viandas y muchas flores…
Por Victoria Curiel