Ubicado en el Suroeste del país, bañado por las aguas del Mar Caribe. Este Polo es una zona de clima seco y de temperaturas calurosas durante casi todo el año, refrescando un poco en los meses de diciembre y enero. Su particular vegetación xerófila de tierras áridas contrasta con el azul de las aguas del mar tropical, haciendo del paisaje un encanto diferente. El lugar ofrece además atractivos históricos y otros recursos naturales que invitan al aventurero, al investigador, al místico, al deportista o simplemente al vacacionista que busca un lugar de interés y diversión.
Tanto San Cristóbal, Baní como Azua son pueblos dedicados a actividades relacionadas con agricultura, comercio y minas. Son productores de café, cacao, plátanos, guineos, mangos, cebollas, arroz, maíz, entre otros. Se ocupan además de la cría de aves y de ganado bovino y caprino.
La provincia de San Cristóbal fundada en los albores del siglo XIX por Juan de Jesús Ayala y García, es tierra verde y húmeda bañada por los ríos Haina y Nizao, a una distancia de aproximadamente 20 minutos de la Capital, sobre una superficie de 1,265 kilómetros cuadrados para una población de 420,820 habitantes.
Fue sede del primer Congreso por haberse firmado allí la primera Constitución Dominicana el día 6 de noviembre de 1844.
Entre los atractivos más relevantes se encuentra el complejo de cavernas de Pomier, lugar de mayor riqueza de arte rupestre de las Antillas conjunto de cincuenta y una cuevas únicas en el país con aproximadamente seis mil manifestaciones taínas en pictografías y petroglifos. De interés para el visitante resultan los murales del pintor español Vela Zanetti, localizados en la Catedral Nuestra Señora de la Consolación y en el Castillo del Cerro, así como el Balneario La Toma, y sus frescas montañas.
Otro punto importante en este polo es la ciudad de Baní, situada en el centro de la región Sur Central, fundada en el 1664 por el Capitán español Manuel de Azlor y Urries, inmigrante canario, quien compró las tierras que pertenecían al Cacicazgo de Maguana.
En sus alrededores está la hermosa playa Los Almendros, con infraestructura apropiada para la oferta de servicios turísticos. En las cercanías se encuentra también la playa de Salinas de Puerto Hermoso, donde cada año se celebran torneos deportivos. Se localizan en este lugar las minas de sal producida por la evaporación del agua marina.
Otro atractivo es la zona de los Corbanitos, con una extensión de aproximadamente 9 kilómetros de playa virgen de singular hermosura, con sus impresionantes dunas de arena blanca. En el extremo Suroeste de la Provincia de Peravia se encuentra la Bahía de Caldera, otro lugar de interés, por encontrarse allí la importante base naval de la Marina de Guerra de la República Dominicana, protegida por la naturaleza misma, debido a la conformación cerrada de la geografía de la bahía.
Si continuamos el recorrido por este polo encontraremos una de las ciudades más antiguas del nuevo mundo, Azua de Compostela, fundada en 1504 por Diego Velásquez, durante el gobierno de Nicolás de Ovando, ubicada a 120 kilómetros de la capital dominicana, con una población de 199,684 habitantes y una superficie de 2,532 kilómetros cuadrados.
En el municipio de Azua se ha desarrollado considerablemente la agroindustria, floreciendo y estimulando otros sectores de la economía. Está dotada por un sinfín de atractivos turísticos que van desde las ruinas de la primera y única Azua a sus innumerables recursos naturales, como las playas de arena gris y aguas profundas, dotadas en su interior de rica fauna marina, propicias para la pesca curricán, ubicadas en la Bahía de Palmar de Ocoa, donde se observan atardeceres espectaculares, con los colores del fuego. Si le ocurre la suerte de pasar un atardecer en medio de la bahía, en un bote, en un día de plenilunio, disfrutará de un espectáculo inusual, al observar por el Oeste el descenso luminoso del Hermano Sol y con exactitud diametral hacia el Este, el ascenso de la Hermana Luna, en una conjunción astral.