La comunidad china en República Dominicana cuenta con casi una totalidad de 30,000 ciudadanos descendientes de padres y abuelos chinos que llegaron al país en el transcurso de los siglos XIX y XX. Como en todos los lugares del mundo donde emigraron, esta es una comunidad de intensa actividad comercial, laboral, intelectual y cultural, que dinamiza la cultura dominicana en un espacio brillante de la diversidad.
El Barrio Chino de Santo Domingo, es la expresión viva y estimuladora de todos los valores que ellos aportaron a la dominicanidad, para convertir este sector urbano en uno de los centros de mayor movimiento de la capital, por sus especiales precios, por eso muchas familias dominicanas tienen el hábito de ir los domingos, día especial para comprar pescados y mariscos recién llegados, ni hablar de los vegetales y verduras chinas. Ubicado en las avenidas Duarte, Méjico y Mella, así como en la popular calle Benito González del barrio de Villa Francisca, dicho Barrio Chino viene a ser el tercer barrio existente en la zona del Caribe y el octavo del mundo. En el mismo se disfruta de las costumbres y el proceder de la desarrollada nación, que desde hace pocos meses existen las relaciones diplomáticas de nuestro país que la gran potencia que es China; esto viene a significar que existirán en el mercado dominicano muchas marcas y provisiones chinas, por ejemplo vehículos de motor, que tendrán precios muy competitivos, así que a disfrutar y lograr muchas cosas necesarias que nos traerán los acuerdos bilaterales.
Como expliqué más arriba, en el Barrio Chino, podrán encontrar los mejores y más selectos productos chinos, es un espacio privilegiado dentro de la capital, ideal para venir de compras y fisgonear tranquilamente en las tiendas y las joyerías hasta encontrar una exquisita porcelana o cerámica de Jingdezhen, para decorar su casa o su jardín, para regalos y donde se puede seleccionar una vajilla completa, jarrones, al igual que lámparas, mamparas y muebles; así como rebuscar el traje de seda original que le permita marcar un “look” diferente en una fiesta. Particularmente, son muy buscadas las batas y los blazers con el cuello tipo Mao, en honor al presidente Mao Tse Tung, que los puso muy de moda desde los años 60, los exhibían y aun en el presente también, en las pasarelas de moda parisina y de Milán, así como los jóvenes en las discotecas inglesas, en Francia, y en Estados Unidos, entre muchos países.
En las joyerías encontrarán argollas, collares, pulsas, aretes del mejor jade, y colgantes de azabache, sin olvidar la delicadeza de las perlas blancas montadas en hilo de oro.
El Barrio Chino de Santo Domingo, ofrece un elegante paseo familiar, con la posibilidad de detenerse en un supermercado y encontrarse con productos tradicionales de la cotidianidad china, como el licor de rosas o de flor de loto, te de jazmín, dulces de jingsen y múltiples chucherías, pero también, dulcerías exóticas de Asia. Y, para refrescarse puede llevarse a la casa cerveza Shin Tao, excelente, por el medio precio de RD$90.00, en botella grande.
En la entrada a el paseo principal, justo en la avenida Duarte, cruzando la primera puerta en forma de pagoda recordando la arquitectura “ming” podrán leer una inscripción de Sun Yat Sen, padre de la china moderna que dice “El mundo nos pertenece a todos”… y del otro lado del paseo la hermosa frase “Que entre la fortuna y rieguen los tesoros”… De esta dos frases sacamos toda la paz y el respiro que nos regala el citado barrio, para pasar unas horas curioseando y conociendo un jardín secreto de la capital, y si la noche cae con la voluptuosidad del trópico, siempre podrán escoger un restaurante donde pasarse un buen momento con los amigos y familiares, en los que podrán seleccionar desde los platillos chinos más conocidos, como son el chofán, chow suey, los egg-rolls, costillitas agridulces, chow míen, camarones con vegetales, patos laqueados, carne de res con puerro, las insuperables sopas de wong ton, de mariscos, de maíz, etc., hasta sofisticados y sabrosos platos menos tradicionales, es importante recordar que existen los sushis japoneses en algunos de los restaurantes que tienen menú chino y japonés. Además, como el barrio no solo lo integran residentes y migrantes chinos, sino también, otros asiáticos como coreanos, vietnamitas y japoneses, se pueden degustar estas exquisitas cocinas que va hasta la tan en boga “thai”.
Victoria CURIEL