Fernando Varela expone en la Galería de arte San Ramon de Santo Domingo, durante todo este mes de septiembre.
Mas de veinte obras están presentadas al público con un exquisito montaje museográfico en el que podemos circular en el espacio de la moderna galería a través de unas veinte obras, que nos evidencian en toda su técnica, la nitidez, la transparencia y la delicadeza de este artista que desde hace varias décadas es un gran artista plástico y visual con una reflexión propia y filosófica sobre la creación en si como expresión de una meditación, contemplación o pensamiento.
En términos visuales Varela invita a entrar y a salir en cada una de las obras, pues nos provoca una movilidad del espacio entre el vacío y el lleno, la pintura y el dibujo, la escultura y la trama.
Pudiera ser la misma obra, pero no. Sin embargo, cada una tiene un pensamiento que nos lleva a un ejercicio de lectura visual donde debemos encontrar el fundamento arquitectónico cuando se trata de escultura. En cuanto a las pinturas y al dibujo se lanza la cadencia en una llanura donde se establece una trama de movimientos y formas que nos llevan a la reconstrucción de un espacio, conducido por un discurso de la línea y del movimiento, en el que el color se ejerce como una partitura musical que lanza la vida.
Fernando Varela lleva varios años trabajando su propio lenguaje nutrido de símbolos y códigos que solo él puede ejecutar, porque piensa su obra como quien piensa una máxima filosófica, con la libertad para el vidente de sacar su lectura propia. El conjunto de la exposición tiene un equilibrio de secuencias en todo el despliegue de la muestra. Varela, de origen uruguayo, nacido en Montevideo, reside en República Dominicana desde hace muchos años, donde se estableció y desarrolló su pasión artística. Es un creador nato, que no suelta la idea, es un artista que piensa y engranja visualmente su discurso con un manejo suave dominado del óleo. La exposición ha impresionado a un gran público. Y en los soportes, sea lienzo sobre papel o sobre metal, se siente la fuerza de su sólida formación.
La cromática en todas las obras ha logrado unos tonos azules y otros verdes que son muy propios del artista, que también últimamente enciende la obra con el rojo. Dentro de la contemporaneidad Fernando Varela ocupa un espacio indiscutible, su obra contiene un lirismo expresivo en todos sus soportes técnicos, que nos invitan a recorrer la exhibición mas de una vez, porque hay algo en ella que si la piensas entras en ese ánimo del lleno y del vacío, que da mucho que pensar. No se la pierdan disfrutaran de un gran momento visual.