No hubo mayor expresión gráfica visual espontánea de calle que el graffiti durante finales de las décadas del 60,s, y de los 70,s, en las paredes de las principales urbes del mundo vociferaban y declaraban sus ansias, sus deseos, sus infiernos y sus sueños con máximas declamatorias, anunciadoras ,acusadoras y la vez utópicas e inmensamente ingenuas.
La paredes de San Francisco California, fueron las primeras que en los años “pop” que llamaron a la paz, al amor libre y al cese de la guerra en Vietnam. La ciudad liberó la palabra de las nuevas generaciones pacifistas convirtiendo ésta en un auténtico manifiesto visual y conceptual de “beat generation” y del movimiento hippie. Por ser un espacio de nadie y de todos, por estar expuestos abiertamente al transeúnte anónimo, la pared provoca la expresión apresurada, urgente, prohibida, clandestina, misteriosa e inquieta. Así es como surgen los graffiti, espontáneamente y nacidas de la presión, en imágenes tentadoras seductoras y muchas veces, casi siempre salpicadas de inteligencia y creatividad.
La palabra graffiti proviene del término italiano “sgraffite”, dibujo o garabato sobre pared (o superficie plana), y del griego “graphein” que significa escribir.
El graffiti ha existido desde el principio de la historia del hombre, apareciendo en pinturas como las de las cuevas de Lascaux, en Francia, en las que grababan en las paredes con huesos y piedras; y posteriormente, el hombre recurrió a las técnicas de las plantillas y del spray.
Podemos decir que desde sus remotos orígenes el graffiti es un testimonio excepcional, libre y sincero de los tiempos, es una crónica visual de los usos y costumbres del ser humano, es una voz, un clamor vello y necesario para cernir con agudeza los dramas y la realidad del ser humano en su entorno.
Como se podrá observar en sus origines remotos se reportan huellas como los fragmentos de arcilla de la Grecia antigua, en los que se grabaron textos, y en las excavaciones de Pompeya se revelaron también una gran cantidad de graffiti, que incluían sloganes electorales, dibujos y todo tipo de obscenidades.
En las revueltas estudiantiles de las décadas de 1960 y 1970, los manifestantes expresaron sus puntos de vista y defendieron sus reivindicaciones mediante la técnica del pochoir(término francés para designar el graffiti realizado con plantilla); precursora del actual momento del esténcil (graffiti con plantilla). En las paredes de los edificios públicos de las universidades , de las fábricas, de las cárceles, se improvisaban eslóganes como…Haz que tu sueño sea más largo que la noche… ”Está prohibido prohibir”expresión que dio la vuelta del mundo como la famosa frase “Peace and love” con su sello inolvidable todavía vigente y retomado por muchos teen-agers, artistas, músicos y poetas de esa generación.
En mi más reciente visita a París, identificamos la firma de Bazaar Latino, un graffitero que está llamando la atención en los pasadizos y aceras de mi peculiar barrio en el distrito 11, que todavía se mueve con la energía del campo metido en la ciudad, pues en uno de esos pasadizos encontramos el más interesante de los Hugo Chávez, reencarnado en Buda Alegre y meditativo con gesto de serenidad. Parece que mientras el pobre Maduro se agita entre acción y oposición, ya Chávez está siendo elevado a Gurú asiático…
Aterrizando en Santo Domingo, desde hace pocos años el graffiti cada vez se observan más en las calles y avenidas, sobre todo, en los postes eléctricos logrados por jóvenes artistas cuyo último aporte consiste en vestir de arte 290 postes eléctricos, bajo el nombre de “Transitando”, así lo anuncian hacer esta gestión cultural ya constituido en un proyecto marca país, Estos graffiteros aspiran a que el arte llegue a todos, en especial a los barrios creando redes de hermandad. Si usted hace un recorrido por la Zona Colonial notaran que ya la iniciativa arrancó, y que en el país se han pintado más de 300 postes de luz. Desde Cabrera, pasando por Río San Juan, Punta Cana, Barahona, Hato Mayor, etc., San Pedro de Macorís, Bani, hasta los barrios capitaleños de San Carlos, Cristo Rey, y otros barrios periféricos ustedes podrán de disfrutar de las propuestas de muchos artistas, a tomar fotos los fines de semana de esta novedad citadina.
Victoria Curiel