En el año de 1942 inició sus trabajos de asentamiento en nuestro país la United Fruit Company que era para ese momento, la compañía agrícola más poderosa del mundo. Dicha compañía en ese mismo año comenzó un proceso muy ventajoso para el país consistente en adquirir o comprar inmensas tareas de tierra en la provincia de Montecristi, en el gobierno Rafael L. Trujillo. También, la pujante empresa norteamericana construyó un puerto de calado profundo en la Bahía de Manzanillo. Para identificar la compañía llamada Grenada Company, se escogió el nombre de “División Berlanga”, en reconocimiento y homenaje a Fray Tomás Berlanga, sacerdote jesuita español que introdujo en América la siembra de plátanos y guineos, traídos desde África y las Islas Canarias en el siglo XVII.
La Grenada Company inició de inmediato también, la construcción de un pequeño poblado en las costas de la Bahía de Manzanillo, exhibiendo hermosas edificaciones y un llamativo barrio residencial. Paralelamente a las labores de siembra de inmensas plantaciones de guineos conocidos por el nombre de Johnson. Ya se pueden imaginar o comprobar lo que ha significado para el país, las exportaciones de este rubro que han desarrollado un acuerdo a gran escala con países europeos, sobre todo en Bruselas, Bélgica.
El mar y la tierra se unen en la impresionante 
Bahía de Manzanillo, pueblo costero que cuenta con los importantes renglones de pesca y agricultura. Entonces, por qué no ser esta bahía un orgullo dominicano y soporte para el turismo, que nos imaginamos está totalmente ligado a la provincia de Montecristi, a la que pertenece Manzanillo.
Lo contradictorio está cerca del muelle que Luis Días (El Terror) hizo famoso con su canción “El guardia del arsenal”, cuya bailable y pegajosa letra y música la han interpretado muchos cantantes, como por ejemplo Sergio Vargas, Laura Rivera en Retrojazz, entre otros.
Y, dice así Luis –El Terror- Dias
El guardia del Arsenal
Yo nací en la Bahía de Manzanillo
(oh, oh, oh)
Caribe tengo la voz
Si no fuera porque viviera tan lejos
(oh, oh, oh) te enseñara como soy
Nací en tiempo de ese condenao Trujillo
(oh, oh, oh) medio muerto nací yo
No tenía ni media hora de vivo
(oh, oh, oh) cuando mi madre murió
Yo traía aún siendo un muchachito
(oh, oh, oh) de guardia la voca
ción
Yo salía a correr tierra solito (oh, oh, oh)
to’ el polvo que tragué yo
Y a mí me pusieron (oh, oh, oh)
en un batallón (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
a Guaraguanó (oh, oh, oh)
De la infantería (oh, oh, oh)
en la capital (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para el Arsenal (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para Pedro Brand
Siendo raso pasé la era de Trujillo
(oh, oh, oh)
Cabo en La Revolución
Las mujeres me devoran el sueldito
(oh, oh, oh) si de lechuza me voy
Y en la vela del cabo Sánchez Benítez
(oh, oh, oh)
Oigan lo que me pasó
El teniente prendío en palo y en romo
(oh, oh, oh)
a mi muchacho apresó
y así mismo vestidito de amarillo
(oh, oh, oh)
cuando el teniente volvió
me amarré mi palo por la cintura
(oh, oh, oh)
y así empecé a cantar yo
Deme mi muchacho
(oh, oh, oh)
hágalo soltar, (oh, oh, oh)
que yo esa guerrera (oh, oh, oh)
la mandé a lavar (oh, oh, oh)
Si no le conmueve (oh, oh, oh)
mi palo llorao (oh, oh, oh)
Dígame qué quiere (oh, oh, oh)
si ya lo ha ordenao (oh, oh, oh)
Cantaron los gallos (oh, oh, oh)
en ese lugar (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para El Arsenal (oh, oh, oh)
Porque yo no vuelvo (oh, oh, oh)
para Pedro Brand…
Deme mi muchacho (oh, oh, oh)
Hágalo soltar (oh, oh, oh)
que yo esa guerrera (oh, oh, oh)
la mandé a lavar (oh, oh, oh)
Si no le conmueve, mi palo llorao
Dígame qué quiere si ya lo ha ordenao
Cantaron los gallos en ese lugai
Pedí mi traslado para El Arsenal
Porque yo no vuelvo para Pedro Brand…
Volviendo a la famosa bahía, decíamos que desde allí se exporta cerca del 90% de los bananos (guineos) que República Dominicana vende a Europa y Estados Unidos: 200 mil cajas por semana. Según celebra el Ministerio de Agricultura en sus informes, solamente el año pasado el negocio de la fruta generó US$187 millones (cerca de RD$6,919 millones), y mantuvo 20 mil puestos de trabajo.
Pero este multimillonario movimiento de divisas no ha sido suficiente para motivar la reparación de la carretera que conecta al muelle con las plantaciones de esta y las demás provincias productoras de banano de la región (Valverde, Santiago Rodríguez, Santiago). En algunos tramos la vía, divisora de extensos humedales incluidos en el sistema nacional de áreas protegidas, parece cualquier cosa menos una carretera. “Ese es un camino que ni para bueyes sirve”.
Es una necesidad que el Clúster Turístico de Montecristi continúe su batalla de rescate de esa impresionante provincia, cuna histórica de encuentros como el de Máximo Gómez y José Martí; donde nació uno de los lideres contemporáneos más importante de nuestra reciente historia del siglo XX, Manuel Aurelio Tavarez Justo y donde su patriota y líder esposa Minerva Mirabal, convivieron sus años felices de recién casados.
Debemos participar en el rescate de la histórica provincia de Montecristi, al igual que de su Bahía de Manzanillo, donde uno llega y ve un panorama de dolor, pero a la vez, de esperanza por parte de “su gente” que esperan en la playa de Juan Bolaños, a los escasos turistas que cuando llegan aprecian el famoso Morro, y la belleza natural del lugar. Además, algunos pobladores ofrecen guías a los visitantes a través de un recorrido por las islas y cayos cercanos al pueblo, en pequeñas embarcaciones. Muchos viven de la pesca, porque es una actividad rentable, sobre todo, cuando llegan turistas.
