De la casa Bisol, llega Bel Star, un vino prosecco como “embajador” de Italia
Miriam Veliz
Que el embajador de Italia, Arturo Olivieri, es un gran anfitrión, quedó demostrado cuando ofreció su casa para el lanzamiento y degustación del vino prosecco Belstar, de la línea Bisol, un vino joven que trae al país la Distribuidora Italiana de Vinos.
Así, en el amplia área de la piscina en cuyo fondo se reflejaba el logo de la marca Bisol, envueltos por la música lounge que combina perfectamente con este ambiente de reunión distendida, los invitados fueron llegando, elegantes, a la moda, y enseguida atendidos por los camareros, quienes llenaban sus copas, tipo flauta, con el protagonista de la noche, Bel Star, o con un Bisol Crede Valdobbiadene o un Valdobbiadene Prosecco Superiore, todos agradables al paladar, frescos, mientras conversaban mezclando español e italiano aquí y allá.
Sobre una tarima en cuyo fondo proyectaban imágenes del vino, las bodegas, las campiñas, la gente, el pueblo y el mapa de la zona de la casa Bisol, la joven violinista Militza Lancova, hermosa con un traje mini cuyo brillo bailaba con las luces y su cabellera ondulada suelta, parecía improvisar acompañando la música lounge con su bello violín electrónico, lo que subió de tono el ambiente, de por sí casual elegante. Luego, un simpático Fabio Tedechi, propietario de la Distribuidora de Vinos Italianos, dirigió unas breves palabras y presentó a Gianluca Bisol, presidente y propietario de la Bodega Bisol, quien en italiano, entendible para la mayoría, se dirigió al público, alabó el país y comentó que Bisol es una empresa familiar, tradicional, y que pasa de padres a hijos.
Una de las cosas que dijo Fabio Tedechi, cuya empresa es “partner” local de Bisol, y que les quiero comentar: el prosecco es el vino que mejor le va al Caribe, a esta isla… se ajusta a su gente, a su clima, a la forma de vivir, por eso está en franco crecimiento (y tomen nota: en los últimos cinco años ha crecido como ningún otro vino en el mundo y el año pasado superó al champagne en botellas vendidas). Busca ser un estilo de vida. Y como “es un vino que se usa para festejar en cualquier momento, para noches de alegría, de fiesta, por lo que mi deseo –lo cito‒ es que todos tengamos muchas ocasiones para festejar con prosecco” (lo que implica muchos momentos felices).
Bueno, y sepan que Bisol financia un master en cultura gastronómica y contribuye con actividades artísticas (cuadra con la violinista). Quizá su interés gastronómico hizo que buscara el apoyo de sus compatriotas: el restaurante Fellini, Il Cappucino y La Dolcerie, cuyos aperitivos y postres degustamos en esta actividad que contó con el auspicio de Dussich Services, cuyo presidente Paolo Dussich, se dirigió a los presentes, a quienes habló de su empresa, y de Hostería News.
La despedida de la noche, al menos para las damas, fue una rosa blanca y sin espinas, y se dice que esta rosa representa pureza, juventud, guardar un secreto, y “te merezco”, mi lectura es: nos presentan un vino puro, joven, del que guardan el secreto de su elaboración, y de seguro nos están diciendo que nos lo merecemos… sabiendo esto, solo resta invitarlos a brindar… ¡con una copa de este prosecco!
ME GUSTA: Espumoso, delicado, elegante, Bel Star brinda gran frescura en boca. Es quilibrado, agradablemente afrutado y de buena acidez. Burbuja delicada y constante. La revista IQ Wine lo califica con 89 puntos y aunque dice que es ideal para todo momento, dice “óptimo con cebiches y pescados”.