Continuamos con Puerto Plata por su abanico de opciones, a la hora de elegir un destino para divertirse, disfrutar y descansar.
Puerto Plata tiene kilómetros de playas, pueblos costeros con grandes y medianos hoteles, cafés y bares, el aeropuerto Gregorio Luperón a unos 15 minutos del lugar que usted seleccione. Entre las muchas actividades son sus actividades acuáticas en playas como Sosua y Cabarete, donde se practican kitebourding, windsurf y buceo.
El gran ambiente de día de Cabarete son las prácticas deportivas acuáticas y en la noche, la bohemia de sus bares y restaurantes. También, anualmente se celebra uno de los festivales de jazz más concurridos y famoso del Caribe. En el mismo se dan cita los más afamados músicos del momento. Esta es una convocatoria que se ha convertido en cita obligada.
En la playa de Sosua puede disfrutar de una de las más cristalinas aguas del Atlántico, con una vista natural que sube al pueblito que recibió 600 familias en el siglo pasado, una comunidad judía que prácticamente hicieron ese pueblo y cuyos ancestros permanecen algunos, dando continuidad a sus negocios como la ganadería, leche, los quesos, etc. que han sostenido desde siempre, y luego también, con el boom del turismo de los años 70, la economía de ese municipio. Existe también una arquitectura judía en Sosua y una hermosa Sinagoga muy visitada por los turistas.
En otras actividades de Puerto Plata y sus municipios podemos citar los grandes hoteles de Playa Dorada, sus campos de golf, el Ocean World Adventure Park Marina y Casino, ubicado en la zona de Cofresí, para los niños y las familias que pueden interactuar con delfines, leones marinos, manta rayas y ballenas, entre otras especies marinas.
Otra actividad es la de los Saltos de Damajagua, para los más aventureros, así como si se quiere apreciar Puerto Plata desde las alturas, entonces se toma el Teleférico en la montaña Isabel de Torres, ascendiendo a 810 metros hacia la cima, donde se puede disfrutar de la frondosa flora exótica y una replica del Cristo Redentor.
Por Victoria Curiel
