Manuel Montilla ocupará la Galería Nacional de Bellas Artes, el 18 de agosto, día de la inauguración de su exhibición antológica, hasta el 30 de septiembre.
Este artista, perteneciente a la generación del 70, reside en Madrid desde el 1976, donde fue estudiante en la célebre Academia San Fernando, después de haber recibido con honores una amplia formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes, con la que mantiene excelentes relaciones a través del tiempo, pues Montilla es uno de los primeros artistas dominicanos de la diáspora europea, que nunca rompió sus lazos con la isla.
La exposición antológica que presenta es una muestra con carácter razonado de un trabajo sostenido por más de treinta años, aquí podemos visualizar toda la evolución de una alta creatividad coherente y minuciosa de un artista que nunca traiciona su factura por las exigencias del mercado, ni del éxito. Montilla trabaja desde el taller, sosteniendo a través del tiempo una obra inconfundible en el color, la forma, la composición y la representación.
Tenemos la oportunidad de apreciar nuevamente su obra, gracias a la Galeria Nacional de Bellas Artes, que dirige doña Marianne de Tolentino. Así como, la suerte de visualizar todas las competencias de un gran dibujante y pintor, cuyo mundo se envuelve en representaciones de cuerpos y masas cuyas metáforas nos llevan a interpretaciones múltiples y libres desde una mujer danzante hasta un ser zoomórfico, como por ejemplo, un manatí o un caballo.
Estamos en un mundo de sueños y visiones poéticas, donde encontramos una relación constante entre el día y la noche, el cielo y la tierra en la paleta cromática de este pintor que maneja el acrílico con la tesitura y la fuerza del óleo.
Observamos una gran fuerza en los azules que se nutren de los campos del índico, pero también del azul en nocturno. El rojo y el fucsia encienden cuerpos de seres flotantes en el cosmos que surgen en detalles y objetos, accesorios ceremoniales o amuletos.
Toda la obra de este artista se mueve con una gran expresión visual que oscila entre el simbolismo y el surrealismo, que se manifiesta tanto en el dibujo como en el grabado y, en la pintura.
La exhibición “Manuel Montilla, Antológica”, revela una obra en sus procesos creativos multifacéticos, y a la vez exhibe trabajos escultóricos recientes, en los que cada pieza en bronce, en sus intervenciones martilladas expresan la dexteridad del artista, tanto en la línea y el papel como en el volumen y la materia dura.
Nos impresiona la complicidad de las formas, dibujadas como esculpidas. Recibimos una exhibición única y excepcional de la madurez visual de un artista que domina todas las técnicas, con una limpieza única en el conjunto de las obras. No se la pierdan, pues podrán disfrutar de un mundo visual único, que nos lleva por los senderos de lo “real y lo maravilloso” desde las luces diurnas y nocturnas del trópico.
Victoria CURIEL