“Para la mayoría de las gaviotas, lo que importa no es volar, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar”.
–Richard Bach-
Por Victoria Curiel
Si, inefables lectores, viajar es un arte, algo que aprendí de muy joven y me fascina viajar…volar…y comer. Son tres acciones que significan placer, divertimento, aprendizaje…y lo más importante desde nuestro punto de vista: “sueño”, Todos estos conceptos están íntimamente relacionados.
No pude esta Semana Santa que recién concluyó, quedarme en mi Santo Domingo, como en años anteriores, disfrutando del deleite que la ciudad una vez al año, permite disfrutar leer o tomar el sol en la terraza de mi casa, comer a mi antojo y recibir pocas llamadas, porque la mayoría de los familiares, amigos y conocidos se van fuera de la ciudad o del país en esas fechas.
Pero, este año sucumbí a la tentación de tomar un avión e irme a casa de mi hermana en Miami, donde como en muchas ciudades y países no sientes que estás en las celebridades de la Semana Mayor, pues no preparan los monumentos del jueves santo, ni hacen las procesiones; ni domingo de resurrección, y además, se trabajan esos días, no hay asueto por las celebridades de la semana cristiana.
Aunque puedo compartir con ustedes, y asegurarles que en la mayoría de las casas de los muchos dominicanos residentes en La Florida, se engulleron nuestras tradicionales habichuelas con dulce, con galletica y todo. Además, se almorzó el famoso bacalao guisado con arroz blanco, ensalada verde, etc.
Al llegar a República Dominicana viene la parte dura: rebajar esos kilos que tomamos en los viajes porque “Volar y comer” van juntos. ¿Quién piensa en un viaje en continuar la última dieta o programa alimenticio que quienes se cuidan la salud –ante todo-y “la forma” o estilismo después? La respuesta es prácticamente nadie, solo las personas ultra disciplinadas. Entonces viene el aterrizar en la dura realidad, que debo inmediatamente retomar mi rutina, a como dé lugar volver a mi talla, para no desechar mi ropa chula, sobre todo, la que compré en tal o cual “mall o shopping center”. Volver a los lugares donde una se ejercita, que si el gimnasio, los parques, como los más de moda, o los viejos Mirador Sur, Centro Olímpico, Plaza de la Cultura, los clubes sociales, para nadar, jugar tenis, tomar saunas, jacuzzis, etc.
En conclusión “viajar es un arte”, y por todos los medios debemos planificarnos bien, antes y después del viaje, con las dietas o la calidad de que comemos, para que el disfrute dure mucho tiempo y sin hacernos examen de conciencia al regresar. Viajar, desde mi punto de vista, conocer todas las bellezas y el exotismo de nuestra isla en playas, ríos y montañas es muy importante para nuestro equilibrio físico y emocional, siempre que pueda dese su viajecito!
