Por Victoria Curiel
Con el nombre de “El Año Nuevo Chino” se celebra anualmente en todos los países y comunidades del mundo donde han migrado los chinos. Otros nombres menos comunes y quizás con algunas diferencias de esta festividad es “Año Nuevo del Calendario Agrario”, mejor conocido como la “Fiesta de la Primavera”, y también como “Año Nuevo Lunar”, celebrada en otros países del Este de Asia.
Basado en el calendario lunisolar, tradicionalmente utilizado en China, las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar. Durante este período, se produce la mayor migración humana del planeta, el «Movimiento de Primavera» con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias. El año 4714 según el calendario chino comienza el 8 de febrero de 2016. La víspera del Año Nuevo, el equivalente a la Nochevieja occidental. Las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar y terminan el día quince, cuando se celebra el “Festival de los faroles”.
En la tradición china, este es el año del mono rojo de fuego, asociado al amor familiar y a la prosperidad, por lo que compartimos este artículo con una hija de chino que emigró a República Dominicana, donde murió e hizo familia. Se trata de la querida Leibi Ng, co-fundadora del proyecto que llevó a feliz término el Barrio Chino de Santo Domingo, por medio de la inteligente iniciativa de Rosa Ng, fundadora de la “Fundación Flor para Todos” y actual embajadora dominicana en China, quien nos ofrece el interesante y lúdico testimonio:
“El Año Nuevo Chino del Mono de Fuego 2016” y yo, un domingo poco común, con Luna Llena y todo. Mi tarde empezó en La Sirena de la Avenida Mella, contigua al Barrio Chino de Santo Domingo. Ahí me pertreché con mi gorra negra de reglamento para el evento cultural de la Comunidad China, organizado por el Centro de la Colonia China, la “Fundación Flor para Todos”, la Asociación Nuestra Familia Tai Ka Lok, la Asociación de Comerciantes del Barrio Chino y la Cámara de Comercio y Cultura Domínico-China, a propósito de la celebración del Año Lunar número 4714, conocido como el Año Nuevo Chino del Mono de Fuego este año 2016. A seguidas, caminé con mucho entusiasmo, porque el Barrio Chino y los negocios de la Avenida Duarte estaban decorados con linternas rojas chinas, que le dan una belleza muy especial a esas tradicionales celebraciones chinas, que revisen toda una tradición ancestral milenaria, que se remonta al año 4714. Y empecé mi pesca visual con mi cámara práctica que me ofrece el celular Samsung Galaxy J5. (Valga la cuña a la marca). Me fascina la resolución de sus imágenes y la calidad del vídeo. No llevé equipo fotográfico de 35 mm. Perseguía otra cosa. Iba tomando de todo cuanto veía en el viaje. Asumir la fotografía como una aventura del ojo cotidiano. El celular, por lo pequeño, favorece tomas increíbles. Tomé muchos planos detalles y fotografía del tipo abstractas. Una vez llegué al lugar en donde se concentraba el acto, me propuse tomar la mayor cantidad de imágenes que pudiera. Y aquello era todo un manjar visual. Por suerte fueron algunos de los “fiebruces“ del arte fotográfico y se dieron vida. Los protagonistas que eran los personajes de la cultura china y domínico china, ofrecían infinitos planos. Me fascinaron los niños chinos. Se les ve alegres, sanos y amorosos. Y es que el niño es uno de los protagonistas de esa celebración ancestral. Al final de la jornada de mi ensayo fotográfico sobre el tema cultural chino, y para cerrar con broche de oro el Año Nuevo Chino, crucé al Restaurante Escocia (claro que, aunque ustedes no lo crean, es un restaurante chino ya clásico y muy viejo en la zona) y finalicé la tarde con un suculento manjar de chofan mixto con un Chop Suey de pescado con vegetales. Y no podía faltar mi cerveza Presidente, un toque etílico de la cultura dominicana. Al llegar al supermercado chino de la Benito con Duarte, cerré como epílogo con una Tsingtao, una rica cerveza china, fabricada con los mejores ingredientes naturales, y la que más se vende en el mundo; la cosecha del lúpulo, cebada de alta calidad y agua de manantial de la montaña de Laoshan, región de China.
¡Salud y larga vida”!
