La palabra Ocoa es indígena y significa agua entre montañas, en referencia a la gran riqueza de recursos hídricos existentes entre las montañas del Maniey. La primera referencia a la región es del Padre Las Casas al incluir al Maniey como una de las provincias taínas. En los grupos étnicos presentes en San José de Ocoa predominan los canarios, los minyettys, los blancos, los cocolos, los negros mandingas y los read.
San José de Ocoa, ha empezado a desarrollar el turismo rural y ecológico, ya que posee todas las condiciones para tener éxito en este género de la actividad turística. Esto podrá y está siendo logrado por la citada provincia que se ha propuesto recuperar los símbolos icónicos de su patrimonio rural. Esto se traduce en sus paisajes, enclavados en el costado Sur de la Cordillera Central, con una altitud de 475 metros cuadrados y una superficie de 484.87 kilómetros cuadrados. Esta descripción encaja perfectamente en lo que se considera la actividad turística rural, es decir, son localidades pequeñas de unos 2000 habitantes, ofrecen espacios de alojamientos con servicios básicos y normalmente son manejados por los mismos propietarios de la tierra. Las personas de esta zona son humildes y muy simpáticas, con el corazón y las manos preparados para recibir a sus visitantes. Estos lugareños se caracterizan por la tranquilidad y limpieza que reina en cada una de sus calles.
En la citada zona de Ocoa, podemos encontrar las modalidades de agroturismo, turismo ecológico y enoturismo, lo que encaja dentro del turismo rural.
Al llegar, debes visitar la Casa de los Recuerdos, del padre Luis José Quinn Cassidy (Newcastle, Inglaterra, 12 de enero de 1928 – Fort Lauderdale, Florida, 11 de octubre de 2007). Llamado el “Protector de los Pobres”. Este misionero fue párroco en varias localidades dominicanas, asumiendo desde el 1965 la Parroquia San José, de San José de Ocoa, donde vivió 42 años, hasta su muerte. Este sacerdote fue el ángel del lugar, responsable de la construcción y pavimentación de 600 kilómetros de carreteras; de sistemas de riego; de la construcción de 2000 viviendas y la reparación de unas 7000 viviendas; la plantación de 12 millones de árboles para la reforestación; la construcción de 69 escuelas, 11 clínicas, 13 centros comunitarios; el diseño y construcción de letrinas; la excavación de pozos de agua; la construcción de una presa hidroeléctrica; la conclusión de innumerables proyectos educativos para niños y jóvenes en alfabetización, economía doméstica, carpintería, artesanía, joyería, confección textil y otras habilidades técnicas; la organización de cooperativas entre los campesinos, y la organización de ferias agropecuarias para la exhibición y venta de los productos ocoeños.
Para llevar a cabo esta labor, el padre Luis dirigió la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa (“la Junta”), una organización sin fines de lucro, a través de la cual canalizó el trabajo de más de 20.000 voluntarios, especialmente jóvenes estudiantes y profesionales canadienses, que viajaban a la República Dominicana con el fin de tenderles una mano a los ocoeños. A los voluntarios extranjeros se sumaron decenas de miles de campesinos de las zonas rurales beneficiarias, jóvenes voluntarios de los grupos de jóvenes de la parroquia de Ocoa, las hermanas Hospitalarias de San José, otros sacerdotes misiones de la orden Scarboro, catequistas, técnicos contratados para proyectos específicos, organismos internacionales y el personal de “la Junta”. Para estas grandes hazañas contó con donaciones de personas y colectivos canadienses, con ong´s internacionales, citando entre otras a la Unión Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo.
A pocos metros de la iglesia queda el parque Libertad, considerado como uno de los más hermosos y mejor cuidados de República Dominicana, rodeado de una gran variedad de plantas, con árboles que ofrecen su sombra, creando un ambiente de exquisita frescura, y con una imponente glorieta al centro. Tesoro del guayacán. Es el nombre de la primera ruta ecoturística de San José de Ocoa, que abarca la comunidad de Los Martínez, donde los interesados podrán disfrutar de un turismo poco común, pero de gran valor ecológico y humano. Este nombre surge gracias al padre Luis Quinn, a quien le llamaban como al árbol, “Guayacán” por su gran fuerza física y espiritual. Los Martínez, es una modesta localidad enclavada en plena montaña y cuya organización podría ser un ejemplo a seguir. Cualquier visitante, sea extranjero o criollo, queda impresionado, tanto por la calidad humana de sus residentes como por sus rincones, montañas y bosques vírgenes, ríos y cultivos experimentales. Café Samir. En San José de Ocoa también puedes disfrutar de paisajes agrícolas y agroindustriales, comenzando por una vista espectacular de invernaderos. En esa ruta se encuentran las plantaciones del café Samir, situadas en las montañas, en el poblado de Mahoma, Rancho Arriba. Es una finca de la familia Baltensberger, que producen café típico arábico de las variedades Típica, Caturra y Catuai. Lugares típicos a conocer.
No puedes visitar San José de Ocoa sin conocer la dulcería Lolin, con un ambiente familiar, donde encontrarás gran variedad de dulces, entre estos el de higo, típico de la provincia en sus tres formas de preparación, relleno de dulce de leche, en almíbar y seco, dulce de naranja rellena, maíz, entre otros. Asimismo, puedes degustar un chivo ocoeño y un buen dulce de papa, en el restaurante Comidas de la Casa, un local pequeño, pero grande en variedad de platos típicos de la zona. Otro lugar en el que se detiene todo el que visita Ocoa es la panadería y repostería Lavigne, frente al parque Central, donde venden gran número de dulces, panes y galletas criollas, con el toque peculiar de sus propietarios. Y si decides diversificar tu oferta culinaria visita también el restaurante típico La Cocina de Mabel, espacio muy familiar que ofrece comidas bufé, gran variedad de postres y servicio de calidad.
No podemos concluir sin hablar de uno de los tres municipios de la citada provincia: Rancho Arriba se origina por la costumbre de los monteros de hacer unas refugios simples (los “ranchos”) donde pasaban las noches y las tempestades; luego algún montero trasladaba su familia a ese lugar y así se fue poblando la zona. Igualmente pasó en Nizao-Las Auyamas (específicamente Nizao), que tiempo atrás se llamaba Rancho Abajo.
Durante la Guerra de Independencia, San José de Ocoa tuvo un papel muy importante, celebrándose en su territorio las batallas de El Memiso y de El Pinar, impidiendo que las tropas haitianas pudieran pasar.
La temperatura varía con la altura. En la parte alta (Rancho Arriba), la temperatura promedio es de 21 grados Celsius, en la parte media de 22 grados Celsius y en la parte baja 25 grados Celsius. Hablamos de Un paraíso terrenal localizado justo en el corazón de la Cordillera Central. Una comunidad en busca del desarrollo.
La principal actividad económica del municipio es la agrícola. Siendo esta una de las regiones más productivas del Sur de la isla. Actualmente se ha incrementado el cultivo en invernaderos en la Zona. También el café, conjunto con una gran variedad de vegetales, forma parte de los productos que se consumen en el mercado nacional e internacional.