Luis Zegarra se inspira de la naturaleza, preeminentemente geográfica, vegetal y celestial, aunque, en esas ensoñaciones deslumbrantes, vibran simultáneamente atributos propios de la condición humana. Una vitalidad intensa emana de esos campos y notas cromáticas, que rejuegan con el día y la noche, de manera fantástica y ardiente, subiendo y multiplicando los tonos…cual confluencia de la paleta y de la luz, u aurora boreal misteriosamente llegada desde el norte a nuestro sur. El pintor alcanza repentinamente un simbolismo cósmico, una impronta mística.
Reina la efervescencia en la ap rehensión del espacio. El gesto y la pincelada se funden. Los toques, a menudo emergentes, apretados o sueltos, se convierten en partículas de la atmosfera. Vacilamos entre la búsqueda de lo informal y una neo-figuración que reencuentra los últimos sobresaltos impresionistas de Monet. Avanzamos hasta el expresionismo del color.
Parece que, en esta pintura tan coherente y de composición similar, cabría una infinidad de posibilidades creadoras. Y entre los signos-que Luis Zegarra siente como imprescindibles-están, en cada lienzo, las escaleras, trazos ligeros y metáfora del ascenso hacia lo ideal. Un camino largo de recorrer, una meta difícil de alcanzar. No obstante la esperanza nunca fallece, y el artista-filántropo y optimista- percibe, que quiere que percibamos en sus cuadros una iconografía de la armonía, de la paz, de la eternidad.
El discurso plástico de Luis Zegarra culmina en una secuencia de poemas visuales o, si lo preferimos, en un himno inconcluso a la pintura… que se irá enriqueciendo siempre de nuevas estrofas.
Por: Marianne De Tolentino
ADCA/AICA. Directora de la Galería Nacional de Bellas Artes República Dominicana y miembro del AICA.
Este artista que es eminentemente abstracto se aparta a veces de su género y dentro de esa ambigüedad en el trazo nos presenta paisajes ignotos, mágicos y enigmáticos pero irradiando una personalidad de gran hermosura. Ese trazo nervioso, espontáneo, sincero y hasta a veces violento va dejando en la tela una ventana de gozo que denota una idea intelectual, creativa y magistral como salida de una mano maestra, que sabe lo que quiere y además, lo sabe expresar.
Notamos en su obra el “metie” como dicen los franceses, o el “oficio” como dicen los españoles. Es un discurso muy profesional que habla de las clases recibidas en academias ilustres, donde siempre se ha cocinado la buena pintura por siglos.
Su carrera como pintor esta colmada hasta los bordes de lo más deseable. Esos rasgos expresionistas tienen mucha musicalidad, tienen el vigor que da la vida de una mano adiestrada en el bien hacer. No hay nada dejado al azar. Es una buena pintura y punto.
“Que bien se está aquí” como dijeron los apóstoles a Cristo después de la Transfiguración. Que bueno es este ambiente hermoso que nos crea Zegarra para hacernos sentir satisfechos frente a su obra pictórica, tan convincente y bien acabada. Sincera y dialogante. Dialogante entre ella y nosotros los que tenemos la dicha de poderla apreciar que no digo comprenderla porque el arte no hay que explicarlo, solo apreciarlo y disfrutarlo, si tenemos la suerte de acercarnos a el, respetuosamente, con sinceridad, como cuando nos adelantamos a conocer a alguien de quien nos han dicho que es bueno.
La obra creadora de este artista ha transcurrido bajo el signo de la búsqueda inquieta. Aquí tenemos un paisaje hilvanado con elementos abstractos, acá vemos una nube blanquecina con sus contornos bien definidos de donde surge un hilo recto, de color caliente, que parece el agudo de una soprano que proyecta su voz hacia el espacio. En otro cuadro surge un globo rojo, como el de la famosa película francesa, que atraviesa luminosos efectos azules, amarillos y violáceos mientras que en otro vemos un luminoso amanecer… o atardecer que importa ?…
Es una ventana de color que adornara la pared de una vivienda o de un museo. Todo es la búsqueda constante de nuevas sensaciones visuales que es lo mismo que decir: La vida, la alegría del vivir, disfrutar del entorno que nos halaga o la simple magia de la singular fantasía inteligente que rodea a las personas inteligentes. Le aseguro que disfrutara la pintura de Luis Zegarra!!!
Por: Antonio Molina, Crítico de Arte, AICA.
Presidente de la Asociación Puertorriqueña de la UNESCO.
Mediante el original uso del color, las texturas, las profundidades y una simbología muy suya, Luis Zegarra –pintor, psicólogo y filántropo ha construido, y presenta en FUNGLODE, una provocadora propuesta que nos pide convertirnos en co-autores de las aventuras de unos interesantes viajes que nos acercan a espacios más cercanos a la paz y la felicidad.
Dentro de la propuesta estética que Luis Zegarra, pintor peruano (residente de República Dominicana hace 5 años) llama abstraccionismo surrealista, y bajo el título de Luis Zegarra “Con Sentido”, combina con efectividad los cánones de un abstraccionismo lirico muy agradable y un surrealismo metafórico muy personal.
Cada una de las composiciones de estas obras, que admite múltiples lecturas, puede ser vista como un hermoso paisaje lleno de color y luz, está llena de imágenes figurativas que nos van sugiriendo complejas etapas/caminos/juegos que nos conducen a conquistar algo superior, a ser parte de una realidad mejor.
Luis Zegarra logra traducir algunas de sus experiencias/sentimientos al lienzo para que los escenarios finales que nos presenta nos contagien con su visión positiva/celebratoria ante la vida.
Y es que en cada de sus más de 10 pinturas que presenta Zegarra, un artista que lleva 35 años pintando “narra” experiencias muy importantes en su vida pero comunes a nosotros el público, algunos de los títulos de esas obras son: Paraíso Flotante, Observando Todo, Radiografía de mi Alma, Visa Para un Sueño, Viaje Espiritual, Contra la Adversidad, Liberando mis Miedos, Creación –es decir, Zegarra expresa sentimientos/experiencias que revelan una actitud hacia la vida positiva y contagiosa. De ahí sus siempre presentes “escaleras” –escaleras surrealistas que nos llevan en sus composiciones de posibilidad en posibilidad, de superación en superación, de lo nuevo y bueno, a lo bueno y mejor, para que entendamos que la vida es buena y que existe la esperanza y la posibilidad de la superación. De ahí sus diminutos “ojos” –ojos surrealistas que no quieren que nos olvidemos que también tenemos derecho a la paz y la felicidad.
Por: Manuel Álvarez Lezama, Crítico de Arte y miembro de AICA.
Profesor de la Universidad de Puerto Rico.
LUIS ZEGARRA.
Llega al mundo del arte de forma muy poco usual, pues siendo psicólogo en el Perú decidió retirarse de la profesión para ir a España donde obtendría formación artística en la Real Academia San Fernando de Madrid, donde se graduó con honores y fue honrado con el galardón Pintor Joaquín Sorolla auspiciado por el ayuntamiento de Valencia, augurando lo que vendría al recibir a lo largo de su carrera diversos premios y distinciones. Sus obras se han expuesto en prestigiosos museos y galerías de arte en España, Italia, Francia, Suiza, Portugal, Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, New York, Miami, Puerto Rico y República Dominicana.
Contacto: 809.207.8372