República Dominicana puede dentro de la diversificación de oferta turística incluir la pesca deportiva porque cada vez más se celebran torneos en los principales puntos de pesca, entre los que destacamos, las siguientes zonas: La Marina de Casa de Campo, La Romana, Bayahíbe, Cabeza de Toro, Bávaro, Punta Cana en su Marina de Cap Cana, Clubes Náuticos de Boca Chica y en Montecristi, Sosúa, Samaná, Barahona, entre otros. Aunque, los expertos en el tema consideran a Pedernales, Sabana de la Mar, y Samaná, los de mayor excelencia. Al punto que Billfish Report, única organización encargada de emitir reportes de pesca en el mundo, nombró a República Dominicana como el escenario número uno del año de pesca deportiva en el ámbito mundial.
En Bávaro y Punta Cana desde hace muchos años ha sido ordenada y crearon el primer equipo de pesca deportiva, con una divertida oferta de viajes de pesca en aguas profundas y emocionantes excursiones. En las cristalinas aguas azul cobalto de esas playas, se captura o se da muy bien la pesca del marlín, del pez vela, así como otros. De manera que República Dominicana es una gran anfitriona de torneos de pesca que se celebran anualmente, y recibe más que pescadores famosos a pescadores deportivos y que disfrutan el placer de pescar, y en nuestras costas es común que ellos lleguen tanto en “charters” como en sus propias lanchas, sobre todo, los de las islas del Caribe, siendo mayoría los de Puerto Rico, por la cercanía.
Dependiendo de la temporada se pueden pescar barracuda, pez espada y el vela, marlín azul, dorados, atunes, carite, chillo y colorao. La temporada en el argot de la pesca llamada aguja blanca es de marzo a julio, la de la aguja azul de julio a septiembre. Al final de octubre, las aguas del mar Caribe y del Océano Atlántico se calman por lo que salen con más facilidad pequeñas embarcaciones.
Hasta este momento, la pesca en República Dominicana no es un recurso explotable, algo que imagino los expertos deben estar pensando para el desarrollo de la misma que todavía no alcanza más allá de los niveles artesanales.
Finalmente, es casi seguro que la pesca deportiva, que desde hace años nos reporta beneficios a través del turismo, también contribuirá con el desarrollo esperado y necesario de la pesca industrial.