La navidad dominicana ha sido muy “globalizada“ este año, porque se celebró Halloween, y continuamos con el día de Acción de Gracias (Thanksgiving) y hasta nos fue muy bien, -como dicen los mejicanos: -como en feria-, a comerciantes y consumidores con el famoso (Black Friday) o viernes negro, tradicional fiesta norteamericana que se celebra el viernes que sigue al último jueves del mes de noviembre, que es cuando se celebra el Thanksgiving o Día del Pavo.
Decimos arriba que hemos sido penetrados o adquiridos patrones desconocidos en nuestras tradiciones, que son las mismas del Caribe, nuestra región o de Latinoamericana, porque hace unos años era desconocido para la mayoría, o impensable estas celebraciones. No vamos a juzgar los aportes culturales posteriores, sino deseamos adentrarnos en el significado y celebración de la navidad dominicana.
Por el momento desde que se asoma noviembre, parece que cada hogar, negocio, institución o establecimiento, parques, monumentos, y sobre todo, tiendas y ni hablar de “los malls” se decoran e iluminan con los colores navideños, centelleando múltiples luces de colores, rojas, verdes, azules y transparentes, en árboles sintéticos o pinos y charamicos, siendo estos los que más identifican nuestras tradiciones. También, nunca faltan los belenes o nacimientos, cada año más trabajados por nuestras madres y abuelas.
En las iglesias locales, es muy común que las personas religiosas preparen altares que resemblan la escena de la navidad, y a su vez, lo mismo hacen muchas familias que en los mismos altares, nacimientos de piezas y figuras, generalmente en cerámica y en madera, o belenes colocan los regalos para el día 24 en la noche, para los niños el 25 de diciembre, los que tienen regalos de Santa Claus o del Niño Jesús, que nació ese día y por lo que se celebra la Natividad; o para el 6 de enero Los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar.
En la radio y la televisión, se empiezan a escuchar canciones de Navidad y relacionadas con las festividades. El humor de todo el punto es alegre, con muchas festividades en las empresas, organizaciones públicas y privadas, escuelas y colegios, en grupos familiares y de amigos, en estas citas se dan testimonios de agradecimiento y de conformidad con lo que reciben, y se pasa de lo festivo a cierto recogimiento religioso, para lograr una purificación que ayuda al espíritu. Otro aspecto gratificante de la Navidad, es el reencuentro de la familia, porque los y las inmigrantes vienen en esta fecha a pasarla juntos a los suyos, por lo que es toda una algarabía los recibimientos, sobre todo, los abrazos con amor, alegría y llantos en los aeropuertos.
Todas estas celebraciones concluyen con la tradicional cena del 31 de diciembre o de fin de año viejo para recibir el nuevo. Esta al igual que la de Nochebuena, que quizás es más importante por diversas razones, son acompañadas de bebidas espirituosas, ponches y licores, junto a los tradiciones platos de la gastronomía navideña dominicana, cuyo buque insignia es el lechón o puerco asado en puya, en caja negra (hábito de la influencia cubana), el pavo relleno es muy popular, y cuando la economía o estrechez de recursos no lo permite, entonces es sustituido por pollo asado. Las guarniciones son moros en diferentes versiones, gandul, habichuelas rojas o negras. También, los pasteles en hoja, que es una especie de tamal hecho con plátano y guineos verdes, otros víveres y rellenos de carne de res molida o de pollo, bien condimentada y untada de bija son envueltos en hojas de plátanos. Otros adicionales son las ensaladas, como la rusa de papa, zanahoria y remolacha, manzana en trocito, aderezada con mayonesa, aceite de oliva y cebollitas cortaditas. Otros tipos de ensaladas como las verdes, son opciones, pero la preferida y más tradiciones es la ensaladilla rusa.
Después del banquete epicúreo de mucha bebida, comida, regalos, en fin, toda la parafernalia que conllevan estas celebraciones, se estila a las 12 de la medianoche, ir a los clubes, nightclubs, discotecas, bares, a esperar el amanecer que cuando empieza a despuntar el sol a eso de las 6 o 7 de la mañana se concluye en el Malecón, boulevard frente al mar Caribe, y a muchos les espera un desayuno con el primer te o café del año, o chocolate con pan, bien caliente.