¿Cuántas veces han escuchado o leído la frase:“Una imagen dice más que mil palabras”? Ese dicho tiene mucho sentido, especialmente en el mundo del turismo, pues de la imagen nos valemos para vender un destino. Y por más palabras que yo use para describirlo, bien saben que me quedaré corta.
Mostrar las bellezas de un lugar lo más estéticamente posible y sin faltar a la verdad es un arte. Y cuando se trata del mundo de la hospitalidad (léase facilidades para el turista: hoteles, resorts, villas de lujo, con sus restaurantes, piscinas, jardines y todo lo demás), lograr que la imagen atraiga, que venda, es crucial. En esos casos, no basta un buen fotógrafo, se requiere de un especialista, de alguien que entienda de hotelería, que domine la fotografía, que tenga talento, buen gusto, conocimiento, intuición“ Y pasión. Y eso es lo que ofrece Thiago da Cunha, hasta donde sé el único fotógrafo especializado en este ramo aquí, un artista del lente cuya pasión es fotografiar espacios y hoteles.
¿Cómo empezó? Bueno, pues como aficionado, fotografiando a su novia “ahora esposa” antes de empezar la universidad. Lo que Thiago estudió como carrera fue hotelería, y mientras lo hacía trabajó para publicitarias en proyectos, con amigos; al graduarse entró a trabajar formalmente en un hotel, el Dominicus, italiano, tomando fotos, que era lo que le entusiasmaba más. En ese entonces (1991) capturaba imágenes de cosas que no eran comunes en Italia, y que por tanto llamaban la atención de ese público: estrellas de mar (¿sabían que las nuestras son distintas a las de Europa?), de iguanas, de papagayos, la chica en la playa al atardecer tomando de un coco, dándose un beso, etc, en la isla Saona. Luego se destacó en las fotos de bodas, se dio a conocer, estuvo años centrado en esas mágicas ceremonias (que fueron por un tiempo su pasión y que todavía disfruta), pero además le llamaban la atención las locaciones, los espacios. Fue hace 6 o 7 años cuando notó que fotografiar hoteles era su pasión. Cuando veía fotos en revistas, incluso de alta categoría, notaba muchísimos errores, cosas que no iban con lo que se quería, como que la cama no estaba hecha del modo como lo hace el departamento de ama de llaves de un hotel, que la almohada se veía arrugada, que tal cable no debía estar“,“El ojo del hotelero, del dueño, no está en esas fotos”, se decía y decidió ponerlo él, que puede notar las cosas más fácilmente porque conoce de hotelería. Por eso, si ”vende” una habitación en el Hilton, o una vista al mar, se asegura de tomar el mejor ángulo, de que todo esté como debe estar.
¿Ventajas que ofrece Thiago? Muchas. Lo primero que cuenta este portugués nacido en Angola (de donde su familia huyó por la revolución), es que después de pasar por Portugal y Perú, vino a vivir aquí, a los 11 años, y domina cuatro idiomas: español, portugués, italiano e inglés, algo que le ha ayudado muchísimo; lo segundo “aquí me repito” es que estudió hotelería y entiende lo que se quiere proyectar y cómo, y lo tercero, obvio, notorio, es que le gusta la fotografía. Dentro de eso, el hecho de que se especializa en fotografía de espacios como los que ya le he dicho garantiza un trabajo óptimo, un ojo atento a lo que usted quiere proyectar. Y con eso y sus conocimientos, captura todo lo que tiene que ver con el turismo, con los espacios y lo que en ellos se hace.
Este profesional no se detiene: quiere ”sacarle el jugo” a su conocimiento. Colabora con diferentes revistas: para una fotografía apartamentos de lujo, para otras, espacios relacionados con el turismo (para que vean la calidad, el cuidado a los detalles, observen las imágenes que acompañan este trabajo). Tiene una página especializada con fotos de hoteles, hermosos espacios, “luxury homes” (casas, apartamentos y villas de lujo), un blog y por supuesto está en las redes sociales (pero es muy respetuoso de la privacidad de sus clientes, así que no pone fotos sin permiso. Y para mí esa es otra ventaja.
