Cuando conocí Peképolis Edu-Park, me sentí fuera de Santo Domingo, las razones son que jamás imagine que pudiésemos tener la familia dominicana un centro educativo y de entretenimiento tan completo. Habíamos conocido museos y parques como los de Disney Word, EuroDisney, Museo Papalote en Méjico, D. F. y nuestro interesante Museo Trampolín, pero, no fueron en vano la planeación y diseño durante tres años de este nuevo y gran espacio para los niños (as), aunque también es de gran disfrute para adolescentes y adultos.
Este es el esfuerzo de un equipo de arquitectos, planificadores, diseñadores, y de Clarissa Brugal León, joven emprendedora, directora general de Peképolis, esta ciudad a escala donde en cada espacio se siente profesionalismo, dedicación y una visión empresarial de mucho nivel. Aquí, se aprende divirtiéndose, y donde los padres pueden a sus hijos de 7 años en adelante, dejarles por horas, y serán cuidados con esmero por un equipo garantizado y muy entrenado por áreas. Los padres de los pequeños o por debajo de la edad permitida para dejarles, podrán quedarse a descansar o disfrutar mientras sus hijos disfrutan de las actividades.
Peképolis, ubicada en la Torre Silver Sun Gallery, en la c/Gustavo Mejía Ricart esq. Av. Tiradentes de Santo Domingo, cuenta con un privilegiado espacio, en el que los niños pueden desarrollar sus habilidades personales y aprender, sobre todo, aprender. Imagínense que existe un área que figura una sucursal bancaria, en este caso, pertenece al Banco León, que les recibe a los niños su dinero para compras en el restaurante y en la tienda. Para estos fines, les abre una cuenta con su nombre y le asigna un plástico o tarjeta de débito o de crédito pre-pagada, no tiene límite mínimo del monto, puede ser por ejemplo, RD$50.00, y además, le intercambian por fichas con las que compran. Esto enseña a que los “peques” manejen con cautela su dinero, les lleva el mensaje de la importancia del ahorro, etc.
Por otra parte, el restaurante para los peques es variado y delicioso, donde incluso muchas familias degustan con sus hijos las atractivas opciones del menú, que permite a los chicos preparar su propia pizza, claro con asistencia, como en todas las demás áreas, como son: la fábrica de sabores, supermercado, hospital con sala de emergencias, de cirugía; sala de veterinaria, donde aprenden los “pekepolinos”, al igual que la sala de emergencias de sus mascotas. Los bomberos en un carro que les muestran en vivo con mangueras en mano y sus uniformes como apagar un fuego. El teatro, una de las salas que más disfruté, con luces y escenario profesional; estudio de modelaje, estación de Radio, estudio de Televisión, Peke-Prensa, Cuenta Cuentos, en fin, un mundo para los pekes, que en este verano ha tenido mucha marcha, con las visitas de las escuelas y colegios, los campamentos, muy educativos y lúdicos, asi como los padres, que antes de irse al trabajo o a otra actividad dejan sus hijos por 4 o más horas, sabiendo que están excelentemente atendidos por un personal profesional que ha sido correctamente entrenado, y que además, tiene supervisión constante.
Realmente, visitar Peképolis, es una querer volver a la infancia!
