Por Victoria Curiel
En unos días, muchas personas y familias desde ahora se aprestan a recibir la Semana Santa. Esto conlleva la planificación de lugares y sitios de acuerdo a la economía de cada quien. Los destinos más buscados y frecuentados son los de playas, ríos, montañas, pero también, hay quienes preparan maletas para “los países”…
Otros, fieles a las tradiciones religiosas-cristianas, sobre todo, los católicos, guardan estos días como Dios manda, y asisten a las procesiones, todas en la Zona Colonial en el caso de la capital de Santo Domingo, entre la más frecuentada está el Santo Entierro. El calendario de la Semana Mayor incluye muchas actividades y celebraciones, siendo la del Jueves Santo muy hermosa pues se visten las iglesias de las escenografías de los monumentos que desde el atardecer hasta la madrugada reciben la visita de feligreses. Buceando en el recuerdo de mi niñez y juventud, no dejo de pensar en los Guardias Romanos que frente al Jesús Sacramentado hacen la vigilia, y luego, conducen la procesión del Viernes de Resurrección. Los jóvenes amigos de esa época eran quienes se vestían o disfrazaban de Guardia Romano, entre otros, recuerdo al amigo Freddy Beras-Goico. Y, estos mismos se disfrazaban también, para el Desfile de los Reyes Magos, los 5 de enero en la noche. “Que buenos tiempos aquellos” como se llama un programa televisivo dominical.
Volviendo a lo terrenal, desde estas fechas empezamos que si para el Valle del Tetero, que si al resort al o más cual, que a la finca o casa veraniega de amigos y familias, los cuestionamientos “mevoydondemiprimo”, cuidado si está “full”; en fin, vamos decantando hasta si tenemos suerte y logramos una reserva hotelera, donde se ajuste calidad-precio. A otros y otras, nos da por lo cultural y tranquilo, disfrutamos la masiva fuga de personas hacia otros lugares, y descubrimos un Santo Domingo de los 60-70, sin tapones, sin polución de gases vehiculares. Aprovechamos para disfrutar lecturas que tenemos de cabecera, sobre todo, los del “boom latinoamericano” Rulfo, Cortázar, García Márquez, Sábato, Vargas Llosa, los cuentos de Bosch y Virgilio Díaz Grullón; las novelas de Leonardo Padura, Isabel Allende, o de Marcio Veloz Maggiolo; otra sugerencia, son los recientes de autores dominicanos, como el género del azar como categoría histórica abordado Tony Raful, basándose en los presagios de “El cisne negro”, teoría muy en boga de Nassim Nicholas Taleb, ensayista e investigador de la Universidad de New York.
Pueden ser los de Mo Yang, ganador del Premio Nobel 2012. Talentos confirmados como Julia Álvarez o Junot Díaz. Las últimas películas ganadoras del Oscar y de los Goya, como Lincoln, Los Miserables, la Historia de Pi, etc. Reírnos y llorar con algo de Almodóvar, y de música, bueno depende de los gustos, por mi parte me voy con los españoles, (desde Alejandro Sanz, hasta Sabina, Martirio, Diego El Cigala y las Flores: Rosario y Lolita), así como los cantantes de textos: Joan Manuel Serrat, Aute, Víctor Manuel y Ana Belén, la nueva trova cubana, y los boleros de los 60, en versión clásica o regrabados, hasta la música sacra de la estación de los días que se deben guardar. En fin, un reecuentro sosegado con uno mismo y con sus familiares, amigos y allegados, que mejor momento, para irnos a tomar un café, o tomar unas cervezas con tapas, en un “téte a téte” con quienes escojamos. No podemos concluir, sin que disfrutemos la gastronomía de la Semana Santa, desde buen pescado al vapor o al honor, salsitas aparte, recomiendo la de coco, un día al año nada hace daño, por aquello del colesterol de la salsa, y para cerrar con broche de oro, el postre de la temporada, la habichuela con dulce. Decídase por su alternativa y disfrútela!