SEMANA SANTA, ÉPOCA DE FE Y TRADICIONES

campanario-colonialPor Miriam Veliz

Llega el receso de Semana Santa y muchos buscan un merecido descanso. ¿Dónde ir? ¿Qué hacer? Playa, montañas, viajes a diferentes puntos del país o al extranjero van dejando la ciudad más desahogada en este tiempo de asueto y reflexión… ¿Es usted de los que opta por quedarse en la ciudad?, ¿Sí? Entonces, hoy le sugiero una “experiencia religiosa” como dice una canción del popular cantante español Enrique Iglesias.

¿De qué estoy hablando? Pues de “bucear” no en el mar, sino en la religiosidad dominicana, ver cómo la Iglesia católica “celebra” la Semana Santa o Semana Mayor. Vivirla.

Hay mucho que contar, e incluye la gastronomía, con las tradicionales habichuelas con dulce que no debe dejar de probar por más raro que le suene el plato, aunque hoy no me centro en ellas, sino en una antigua y permanente tradición católica: la visita a siete “monumentos” en un día gana “indulgencia”, algo valorado sobre todo en la vida después de la muerte (pero dicen que eso solo es válido Jueves Santo o en la mañana de Viernes santo). ¡Experimentar esto en la primera ciudad del “Nuevo Mundo”, es tan fácil y representativo! Todo está cerca. Hágalo tanto si es creyente como si no lo es, pues se beneficiará ya sea espiritual o culturalmente.

¡Ah!, debo aclarar que en este caso, visitar “monumentos” no se refiere a edificaciones, estatuas, etc., sino a un altar especial que arman el Jueves Santo en las iglesias, donde colocan, en un arca pequeña a manera de sepulcro, la segunda hostia consagrada en la misa. Allí están los símbolos del pan y el vino con que Jesús, el Cristo, se identificó en la Última Cena.

 

Iglesias en la Zona Colonial, “a pie distancia”:

Catedral Metropolitana Nuestra Señora de la Encarnación. Se dice que la primera piedra fue colocada por Diego Colón en 1514. Ha tenido muchas adiciones, por lo que refleja diversas épocas y estilos arquitectónicos. Interesante y hermosa.

Regina Angelorum. Hermosa iglesia gótica del siglo XVII ubicada en la calle José Reyes #5. Tiene una pared de plata cerca de su altar, que debe ir a ver.

Santuario Arquidiocesano Nuestra Señora de la Altagracia. Construido alrededor de una capilla de 1504, ¡aún intacta!, este santuario de estilo gótico fue inaugurado el 15 de agosto de  1922, y tiene un impresionante altar de mármol de Carrara traído desde Italia, un bello retablo. (Está en la calle Hostos con Las Mercedes)

Convento de los Dominicos. Tiene una capilla muy pequeña construida alrededor del año 1514. Este impresionante lugar frente al parque Duarte tiene representaciones astrológicas y mitológicas en paredes y techos, particularmente en el de la bóveda.

Santa Bárbara. Es una de las iglesias más antiguas (1537), ¡y su techo todavía está cubierto de los ladrillos originales. Allí bautizaron a Juan Pablo Duarte, padre de la Patria, del que este año celebramos su bicentenario.

San Andrés. Pequeño y singular, hecho de ladrillos. Aunque esta vez solo pasé por el frente, tengo entendido que la escultura de madera dentro de la capilla es única. (Está en la Sánchez con Arzobispo Nouel).

Nuestra Señora del Carmen: Al lado del hospital y la capilla de San Andrés, sobre la calle arzobispo Nouel, esta iglesia del siglo XVI conserva la tradición isabelina, con el coro alto sobre los últimos tramos de la nave.

 

Recuerdos, solemnidad y actos

Pero hablemos un poco de la Semana Santa: este período inicia el domingo de Ramos y finaliza el domingo de Pascua, que no siempre se asocia con conejitos y huevos de colores. Durante ese tiempo, los católicos “acompañan” a Cristo desde su entrada en burro a Jerusalén, con palmas, que aunque es alegre, representa “la entrada a la muerte, al sufrimiento, signo de redención”.

El Jueves Santo se celebra una misa especial: la Santa Cena, que conmemora la institución de la eucaristía e incluye el rito del lavatorio de pies. Es el día previo al apresamiento y crucifixión de Jesucristo. Al terminar la misa este día, el tabernáculo donde deben guardarse las hostias sagradas permanec commemorates the day that Jesus Christ’s body laid in the tomb. e abierto, vacío, y las hostias se llevan a un “altar de reposo” frente al cual la gente permanece en actitud de adoración. El resto de la iglesia queda sin velas. Paños oscuros cubren los adornos relevantes.

El Viernes Santo, día centrado en el sufrimiento y la muerte de Cristo, la gente hace un peregrinaje espiritual por las estaciones de la cruz, el vía crucis, y a las 3:00 p. m., la “hora nona”, (hora aproximada de su muerte) en cada parroquia se reverencia la cruz, puesta en el santuario, con un beso o una genuflexión. “Usted besa el amor de Dios manifestado en la cruz”, explica el sacerdote. Entonces la iglesia ora y ayuna esperando su resurrección.

El sábado se acompaña simbólicamente a María, la madre, con vigilias y ayuno. ¡Y finalmente llega la Pascua, llenando todo con la alegría de la resurrección! Júbilo, cánticos, iglesias maravillosamente adornadas… ¡Qué alegre misa, entonces!.

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