Ladrillos, madera… ¡y las mejores costillas de América! El ambiente es casual, cálido, con un toque que combina pasado y presente. El lugar de que hablo no está en una plaza. Es una “casa” de dos plantas típica estadounidense ubicada en la avenida Sarasota número 29, Bella Vista, en Santo Domingo, y digo típica porque aunque el estilo viene del siglo antepasado, se sigue viendo en esa nación en nuestros días, incluso me recuerda el lugar donde vivía en Chicago, pero claro, hablamos de una casa común, ¡es Tony Romas! Y es bella. Pero no les pregunté ¿habían adivinado el nombre del lugar cuando les mencioné “las mejores costillas”?
Bueno, estamos en un restaurante, y aquí uno viene a comer. Eso hice, de modo que puedo hablar con propiedad, pues tuve la suerte de probar varias cosas. Empiezo por el aperitivo, escogí uno de temporada, para probar los nuevos sabores: Blue cheese búffalo tenders, y mientras esperaba, tomé una Romerita. ¿Saben qué es? Pues nada más y nada menos que una Margarita al estilo Tony Romas, una de las bebidas má solicitadas por los comensales que pasan por aquí. ¿Qué qué tiene de especial? Bueno, el mix de margarita se hace en la casa y se usa un tequila especial. Pruébenla y me cuentan. Como siempre, la sirven en su copa tradicional con borde de sal, pero además viene con un termito para “refill” ¿no es genial? A mí me gusta la tradicional, pero ustedes pueden pedirla de fresa, chinola, mango, la blue margarita o frozen.
Llega mi aperitivo y está ¡delicioso!, algo picante, les aviso, y claro, teniendo blue cheese, imaginen cierta intensidad en el sabor. La carne, tierna, perfecta. Converso con Wendy Taveras, la gerente general, es una joven de sonrisa abierta y hermoso cabello, que amablemente contesta mis preguntas. Así, mientras me preparan unas costillitas “baby back”, me entero de que Tony Romas es pionero en este corte de costillas, que se le debe a su primer chef, David Smith. Este plato ha hecho historia, y esa historia, que comenzó en 1972 en North Miami, Florida, como un bar con música en vivo, llega ahora a todos los continentes, con unos 237 locales, aunque según su página dice cerca de 200, ¡y somos tan increíbles que nuestro país tiene cuatro de ellos: éste, uno en Malecon Center (genial, porque es más pequeño, pero se ve el mar desde las mesas), otro en Santiago y otro más en Bávaro! La carne es magra, sin grasa, y súper tierna, delicado sabor…, ahora, si prefieres un poco más sabor, pide unas costillitas Saint Louis, están igualmente tiernas y son ¡para chuparse los dedos! Por suerte probé las dos y a sugerencia de Wendy, las acompañé de un puré de yuca con queso gratinado por encima verdaderamente delicioso (y mire que he probado muchos). Y un servicio de sus famosos aros de cebolla que vienen en forma de molde.
¿Usted no es tan carnívoro? No se preocupe, hay ensaladas, pescado y mariscos. Yo probé la Asian Salad y debe ser una de las más sabrosas. La pedí con salmón, pero que puede salir con chicken tenders o grilled chichen. Las tiritas de won ton dan un toque “crispy” a la mezcla de lechugas, y la combinación de ajonjolí le brinda ese sabor exótico. Creo que tiene algo de cilantro… ¿Saben otra cosa fabulosa? Sus filet medallions a la parrilla con salsa bourbon. ¡Qué tiernos! Qué ricos! Y otro plato que probé: rissotto. Como ven, hay para todos los gustos.
Mientras como veo el menú de niños, el de vinos, me fijo en el entorno… me gusta la luz suave, me encanta la madera, los ladrillos, las ventanas, la decoración de las paredes, que consiste en un reloj antiguo y grandes fotografías históricas en blanco y negro de Tony, su creado, del primer chef, de personajes reconocidos que han visitado el local (es un toque de antigüedad y modernismo, pues el blanco y negro cada vez viene con más fuerza). Por cierto, combina con el uniforme de los mozos, vestidos de elegante negro, y las servilletas de tela de las mesas sin mantel, negras también, con vajilla blanca. Aquí parece que frecuentemente vienen grupos: veo tres mesas reunidas que acomodan entre nueve y quince personas que conversan alegres. Hay pantallas para que si quiere, vea algún evento deportivo mientras toma y conversa.
Y volviendo a Tony, su ascendencia italiana se nota en el menú. Hace tres años celebraron “Tony Roma’s regresa a sus raíces” con pastas, claro, y las tres favoritas han permanecido en el menú. Anímese a probarlas y acompáñelas con uno de los vinos que aparecen en la carta.
El restaurante tiene un mezzanine, un segundo piso con espacio para cien personas y un salón privado con capacidad para 45 y data show decorado con un estilo algo diferente. Me gusta. Como me gusta también la gran bandera dominicana que se ve desde el enorme ventanal que da a la avenida. ¡Para que no haya dudas de que estamos en República Dominicana! El dueño de la franquicia, Fernando Taveras, es cuidadoso en el balance. Las carnes importadas, el cuidado de la calidad, el eficiente servicio de los mozos (hasta mi hijo menor que me ha acompañado en alguna ocasión le dio cinco estrellas al lugar).
No les cuento más…