Por Gary Zemialkowski
Los estadounidenses están acostumbrados a sumergirse en la temporada de Navidad justo después de las vacaciones que conmemoran el día de Acción de Gracias (Thanksgiving). De hecho, la temporada de compras de navidad “oficialmente” se inicia con lo que popularmente se conoce como el Viernes Negro, que es el viernes justo después del jueves día de Acción de Gracias. Sin embargo, aquí en la República Dominicana, como en el resto del mundo, tenemos una situación totalmente diferente.
No hay celebración de Acción de Gracias en la República Dominicana. Después de todo, sólo es día de fiesta en los Estados Unidos. Como resultado, la temporada de Navidad llega en la República Dominicana posiblemente un poco antes que en su área o ciudad. La agradable brisa que sopla en el Caribe durante las festividades, que, por supuesto, es poco más que maravillosamente fresca.
Para el momento en que Noviembre se asoma, parece que cada casa, negocio, institución o establecimiento, y sobre todo, “los malls” han sido iluminados y decorados en honor a la Navidad con el centelleo de múltiples luces de colores, coloridas y divertidas figuritas de Papá Noel (Santa Claus), miniaturas escenas de la natividad en honor del nacimiento de Jesucristo, y todo tipo de artículos navideños decorativos. La ciudad se cubre en los colores rojo, verde y blanco. También, nunca faltan los “belenes” o nacimientos, que cada año son más trabajados, y podemos disfrutarlos -sobre todo- en las casas de nuestras madres, abuelas y en establecimientos específicos que cada año se esmeran en estas expresiones.
En las iglesias locales, es muy común que las personas preparen altares que resemblan la escena de la natividad, y a su vez lo mismo hacen muchas familias que aquí, en la República Dominicana, colocan debajo o al pie del arbolito de navidad de la casa. Esta pequeña recreación se realiza con pequeñas piezas o figuras, generalmente de cerámica, que representan el nacimiento de Jesucristo y, a veces, la llegada de los Reyes Magos.
En la República Dominicana, se coloca al niño Jesús en su pesebre, al preparar el Nacimiento con la escena de la Natividad. Contrario a otros países donde la costumbre es esperar hasta el 25 de diciembre para colocar la figura de Jesús en el pesebre.
En la radio empiezan a tocar canciones de Navidad y otras relacionadas a las festividades; y, con el comienzo de Diciembre llegan las innumerables fiestas de Navidad organizadas prácticamente por todas las empresas, sean grandes o pequeñas, en honor a sus empleados y como una muestra de agradecimiento por todo el trabajo duro y metas alcanzadas durante el año, así que todos los empleados, administradores y propietarios se unan juntos en la celebración de la Navidad, y del Fin de Año con una fiesta caracterizada por rifas, premios y cantidades abundantes de comida, bebida, música y bailes.
Una fiesta sigue a la otra durante diciembre, que se convierte en una celebración constante entre la familia y los amigos. Los emigrantes, que por diversas razones se han ido a otras tierras, siempre regresan a pasar esta temporada alegre del año en casa con la familia y los amigos, y siempre llegan cargados de regalos. Igualito que Santa Claus!
La Navidad, Nochebuena o la noche del 24 de diciembre, se reserva para una cena especial entre la familia y los amigos.
El plato principal de esta cena especial de Nochebuena consiste en un enorme cerdo asado o una pierna de cerdo al horno, acompañado del llamado “Pastel en Hojas”, que es una especie de tamal hecho con plátano verde relleno de carne de res molida y todo envuelto en hojas de plátano atado con un hilo. Pavo también es un plato popular, pero cuando hay estrechez de recursos, es sustituido por pollo.
El cerdo asado en puya es muy típico de la región Cibao del país (zona norte de la isla), el pavo relleno es particularmente popular en San Juan de la Maguana, y San José de Ocoa y los “pasteles en hojas” provienen de la región Este, aunque estos son muy populares en esta cena. Otros platos populares son una variedad arroces, y la ensalada rusa, hecha de papa y que suelen incluir trozos de manzanas y guisantes. Todo estos platos, van acompañados del pan en variedad de telera, y de pastelitos de pollo y de res.
Después de una noche de mucha comida, bebida y regalos, se acostumbra continuar la fiesta caminando hacia el “Malecón”, boulevard frente al mar de Santo Domingo para ver el amanecer y luego compartir un desayuno especial de té de jengibre o chocolate caliente y pan.
Traducido al español por Eduardo Houellemont C.