Jazz, Son, Nueva Trova: Lucía 203
Por Miriam Veliz
En la calle Hostos 203 de la Zona Colonial de Santo Domingo hay un espacio singular con nombre de mujer y, para fácil recordación, el número que le corresponde al local, Lucía 203. Está grabado sobre una rústica pieza de tronco puesta sobre las paredes pintadas de un salmón o un ladrillo tenue y con puertas que sí llamarán su atención; son azules, de un azul parecido al “royal”.
Muchos dicen que es un bar, y de hecho, eso es lo primero que encontrarán a su izquierda, pero este peculiar ambiente donde a veces se baila el famoso son cubano y otras se realizan conciertos, abre las puertas a todo tipo de eventos: el ambiente da cabida a hermosas bodas bajo un cielo estrellado, con paredes que lucen antiguas y con espacios más “formales” (lo que quiere decir, que sí tienen techo y las facilidades necesarias), reuniones, aniversarios, bautizos… Además hay picadera preparada por los mismos chefs de El Mesón de Bari, restaurante que se caracteriza por un menú típico y que queda a unos pasos en la acera de enfrente; y también puedes cenar los días que están abiertos, que a partir de este mes de junio incluirán los viernes, pero ese día no hay música en vivo, al menos ese es el plan por ahora, aunque el ambiente estará genial y será bailable, cuenta Licina Mejía, que es quien está a la cabeza de este lugar.
Lo que ocurre es que la generación joven de ese negocio familiar vio una veta interesante y decidió explotarla. Y lo está haciendo con éxito: jueves y sábados el lugar se llena de música y personas que buscan divertirse y aquí, definitivamente, lo logran. Es un público adulto que escucha la música que les gusta. Son gente común y gente del medio, artistas, y la mayoría se conoce, por eso el ambiente se siente familiar, agradable.
Lo visité por primera vez cuando todavía no habían abierto. Estaban a una o dos semanas de inaugurarlo y lo que me gustó fue el piso, de estilo antiguo en la parte que es cerrada, pero vivo (amarillo con pequeños rombos de un azul parecido al de las puertas), el techo de vigas de madera de toque rústico… las paredes, con ladrillos aquí y allá… Ahora, después de decorado, y a pesar del estilo desenfadado y moderno que tiene, me recuerda a un parador en Cataluña, en los Pirineos, que estaba cerca del Valle de Arán, en Viella (o Vielha, como lo escriben los catalanes), al que iba a veces de niña. No sé si será cierto, pero la impresión que tenía es que allí siempre había nieve, pero claro, entonces tendría yo menos de once años. Seguro lo que ocurría es que iba solo en invierno. El aire en el parador de Viella era para mí especial, acogedor, pero con clase, como siento este de Lucía. Lo cierto es que no tienen mucho que ver un sitio con el otro y ustedes, queridos lectores, es probable que no hayan estado allí para comparar.
Alegría, chispa, ambiente casual, es lo que en general se respira en Lucía, pero se puede transformar y ser claramente formal, distinguido, según para qué tipo de evento lo dispongan. De una u otra forma tiene algo definitivamente “mágico”, Creo que cuando lo vean les sorprenderá.
Si estás “turisteando” por esta bella y antigua ciudad, recomiendo que entres a partir de las 8:00 un jueves o un sábado por la noche. O bueno, un viernes, que aunque no sea en vivo la música, se está muy bien. De seguro pasarás un rato muy agradable. Te puedes quedar hasta la 1:00 de la madrugada los jueves y los viernes y sábados hasta las 2:30.
Si eres de la zona y te gusta el jazz, el tercer miércoles de cada mes tienen a Ania Paz y su Jazz Series Ensamble. Calidad y un sonido enriquecido que de seguro disfrutarás. Y además hay otras actividades por meses. Por ejemplo, tuvieron a Víctor Víctor todos los viernes durante el mes de diciembre con Pavel, con lo que llamaron “Por si no llegamos… celebrando el año nuevo”… También Víctor Víctor celebró el Festival de la calle Hostos, y han tenido conciertos de rock. Bocatabú se ha presentado aquí también. Ellos avisan las novedades por twitter, facebook, afiches.
Recuerden, se trata, como ellos dicen en twitter, de “Un espacio donde coinciden la belleza y la armonía, el ayer y el hoy. Un oasis dentro de la urbe que se presta para escapar, divertirse y celebrar”. Muchísima suerte.
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